El desesperado mensaje de suicidio de Sinéad O’Connor

Quería dejar de existir. Poner fin a su vida. Sinéad O’Connor dejó escrito en Facebook sus planes de suicidio entre los que se encontraban sufrir una sobredosis. ¿Una llamada de atención? ¿Una búsqueda de ayuda? ¿Un deseo de acabar con todo? Puede que sea todo y nada, pero lo cierto es que la cantante ahora está hospitalizada y pudo ser rescatada antes que se cumpliera lo dicho en su última actualización en las redes sociales.

La policía la pudo localizar, aunque O’Connor no había dado pistas de su paradero. No se encontraba en su casa. Buscó el refugio de un hotel de Irlanda y ahí esperaba que llegara su final. “Tomé una sobredosis. No estoy en mi casa. Me encuentro en un hotel de Irlanda, no he usado mi nombre”. Rápidamente se los servicios policiales se pusieron en marcha alertados por lo que había dejado escrito. Por lo visto, las relaciones con su familia no eran las mejores. Los acusaba de “traidores”, y esto para la que un día fuer la voz de principios de los noventa, era algo imperdonable.  

“Si no lo contara, mi familia no se enteraría. Podría llevar semanas muerta y ellos no lo sabrían”. Sus palabras no podía ser más duras. Decía que su suicidio era la única manera de conseguir respeto. ¿De quién? ¿De los suyos? ¿De la música? ¿De todos en general? Pudiera ser, puesto que la cantante no pasa por su momento más boyante, económicamente hablando. Desde El País se apunta a que Sinéad ha llegado a cobrar la ínfima cantidad de 500 euros por tres conciertos. Y hablamos de una mujer que saboreó las mieles de la fama, que acaparó titulares por su música y por sus actuaciones y declaraciones polémicas, y de las que hoy pocos parecían acordarse.

La irlandesa llevaba algún tiempo muy decepcionada con todo lo que la había dado la música. Consideraba injusto su trato y no deseaba volver a ponerse frente a un público micrófono en mano. Los días notas y acordes habían terminado para ella tal y como aseguró este mismo mes.