El batín de Fran Nicolás es el nuevo pijama de Belén Esteban

El joven no se lo ha quitado desde que está en GH VIP 4

foto autor Conchi
Conchi Álvarez de Cienfuegos

Redactora Jefe de Clara Corazón

bata fran nicolas gh vip 4

Que venga alguien a decirnos que los concursantes de ‘GH VIP’ no son los tendsetters mayores que ha dado la televisión de los últimos años. Primero fue Belén Esteban con su pijama de leopardo morado (esa especie ya extinta del felino más ‘fashionista’) y su camiseta rosa con las letras negras de “Andrea, te quiero”, ahora toma el testigo Fran(cisco) Nicolás, que se cree un truhan y un señor (algo bohemio y soñador) cuando se pasea por la casa de Guadalix enfundado en un batín de felpa de esos que tanto le gusta ponerse a tu abuelo.

A medio camino entre un Hugh Hefner cualquiera (para que se pareciera más, la prenda debería ser de seda) y el personaje del jubilado de José Mota, Fran se mueve con soltura por su nuevo hogar al que se ha adaptado espectacularmente bien, salvo por sus roces con Carlos Lozano. El joven desayuna, conversa con sus amigos, entre el que destaca Javier Tudela, y se pone los guantes de goma para fregar los platos, sin que la bata se le caiga del cuerpo. Rosa, lo sentimos, el ‘Pequeño Nicolás’ es un verdadero roba-planos y te está haciendo sombra en la que debería ser TU EDICIÓN. Creo que ha llegado el momento de sacar la artillería pesada. Elige al que más te guste, sedúcelo y roba cuota de pantalla con un edredonning como no se ha visto igual en las 4 ediciones del VIP y en las 16 del Gran Hermano de anónimos.

Fran suelta sus pildorazos con cara de no haber roto un plato. Tiene para todos. Para Manuela Carmena, y para el PP. De hecho, piensa que en el partido de la gaviota todos están pegados al 24 horas para saber qué dice y qué no dice el joven. Me parece que han puesto una pantalla grande, así como de polideportivo en Génova y hay un becario haciendo el minutado pendiente de cada cosita que suelta el joven… No.

Pero lo que de verdad nos importa de Fran no es su pasado como pseudo-político y ‘viejoven’, lo que de verdad nos interesa de él es su perfil como creador de tendencias, el nuevo Pelayo Díaz. Ahora su batín resulta cómico, pero ya veréis como, a la vuelta de unas semanas, la pieza se ha agotado en esos grandes almacenes que todos conocemos y a su salida el joven tendrá ofertas de ‘Cámbiame’ para ser un nuevo estilista. O, si no, tan solo puede que solo nos recuerde lo prácticas que son las batas y lo calentito que se está con ellas. Algo es algo.

Su anterior predecesora en 'trendsetter' de Guadalix: