Con el diagnóstico correcto y todas las precauciones para que no suceda una desgracia, Carla Barber está decidida a retomar la normalidad de su vida. Hace solo unos meses, la médico estética recibía una mala noticia, después de someterse a infinidad de pruebas los peores presagios se hacían realidad, padece una enfermedad del corazón que, lamentablemente, no tiene cura ni tratamiento: "Provoca la muerte súbita", narraba la canaria a través de Instagram visiblemente afectada por este inesperado varapalo.
Desde entonces, Carla Barber ha recibido un aluvión de mensajes cargados de ánimo y mucho cariño pero tampoco han faltado las preguntas, ¿cómo se enteró de que le pasaba algo? En un nuevo alarde de sinceridad, la que fuera pareja de Diego Matamoros ha relatado que lleva tras un diagnóstico más de siete años cuando sufrió un síncope mientras estaba trabajando en Alemania: "Me desplomé en dos ocasiones".
Pero no solo eso, Carla ha reconocido que cuando tiene etapas de mucho estrés emocional "noto arritmias (mi corazón late más lento y a un ritmo irregular)". A consecuencia de este susto le diagnosticaron "insuficiencia congénita de válvula aórtica y mitral de grado I-II", un defecto cardiaco que ocurre cuando la válvula aórtica del corazón no cierra bien, lo que puede impedir que el corazón bombee sangre de forma eficiente al resto del cuerpo. Desde entonces, Carla Barber se ha realizado sus revisiones anuales hasta que este año cambió de médico y "consiguió detectarme el Síndrome de Brugada".Finalmente, la canaria ha hecho un repaso a algunos de los síntomas que pueden alertar que algo va mal: "Mareos, desmayos, jadeos, palpitaciones o convulsiones", enumeraba.
La modelo ha terminado su relato haciendo referencia a su "ángel", que no es otra persona que su actual pareja y quien la empujó a hacerse un estudio más exhaustivo.