Si los dos primeros capítulos de ‘Rocío Carrasco, contar la verdad para seguir viva’ dejaron completamente removido a Kiko Hernández, la emisión de los dos siguientes, centrados en su boda con Antonio David Flores y el embarazo y nacimiento de sus dos hijos, le dejaron completamente devastado. “Estoy emocionado”, revelaba anoche el colaborador a Carlota Corredera, en el coloquio posterior, “si estuviera en mi casa estaría llorando, pero aquí no. Cómo diría Rocío Jurado, hay que mantener las formas”. La situación del colaborador es especial, pues él, hasta hace poco, guardaba buena relación con el exmarido de Carrasco, pues eran compañeros, ahora se alegra de no tener que cruzárselo en un plató.
“Me ha parecido muy desagradable. Le he dicho a la directora que me dan unas ganas de vomitar tremendas al ver el trato que Antonio David le da a Rocío… tengo muy mal cuerpo ahora mismo”, comenzaba relatando. Tras ver los episodios dos y tres, que fueron aún más fuertes que el cero y el uno, emitidos el domingo pasado, a Kiko Hernández le costaba hasta hablar. “Esta mujer ha sufrido un maltrato de manual. El que a partir de ahora no lo quiera decir o no lo quiera ver, allá él con su conciencia y sus limitaciones, porque no cabe ninguna duda de lo que ha sufrido esta mujer”. “Tengo que decir otra cosa, por la que, seguramente, seré muy criticado, pero es que estoy en un punto que digo lo que me da la gana, cuando me da la gana y cómo me da la gana. Yo ahora mismo me alegro de no ser compañero de Antonio David. Me alegro, no sabes cuánto, ni sabes cómo. Sería incapaz de pisar un plató de tv con él. Incapaz”, ha dicho con mucho énfasis y haciendo una auténtica declaración de intenciones.
El lunes pasado, día 22 de marzo, Mediaset prescindió de los servicios del ex marido de Carrasco tal y como se especificó en un comunicado que fue leído por Carlota Corredera, “Sálvame anuncia el cese de la vinculación laboral de Antonio David Flores con este programa de televisión, como con la productora La Fábrica de la Tele. Mediaset ha hecho extensiva esta medida también al resto de programas del grupo audiovisual”. Las consecuencias para Flores no se hicieron esperar tras la emisión de los dos primeros capítulos.
Por su parte, Kiko Hernández quiso entonar el mea culpa. “Me dan ganas de pedir perdón a Rocío. He dicho que era mala madre. No entendía esas ausencias. Dicho lo cual, si lo estás viendo, te pido disculpas. Te pido perdón”. A lo largo de la semana pasada, vimos al colaborador cambiar su discurso tras escuchar y entender a esta madre de dos hijos que siente que ya no le queda nada más que su verdad, por eso ha querido compartirla ahora. En el pasado, Hernández fue muy crítico con ella, pero ahora se siente arrepentido pues no había podido entenderla. Tras romper su silencio, Rocío Carrasco ha despertado muchas conciencias.