“Las historias que allí pudimos escuchar de niños y padres que han hecho el viaje fueron tremendamente desgarradoras”. Sara Carbonero emprendía uno de los viajes más difíciles de su vida. La periodista se encuentra en Panamá. Hasta allí ha llegado junto a UNICEF para comprobar in situ la realidad de las familias que viven en situación de extrema necesidad. “En ese tiempo intentamos empaparnos y comprender mejor por qué es tan importante que existan estos lugares “alivio”, así los denominamos”, explica en el diario que está llevando a cabo en sus redes sociales.
La presentadora ha querido prestar su voz y su imagen a la organización para concienciar sobre lo que ocurre en otros lugares del mundo. Hasta allí se ha trasladado junto a un equipo reducido. Las miradas, las frases, las reflexiones, todo lo que Carbonero comparte denota el importante instante que está viviendo. Para la periodista este es un viaje también de introspección, de conocerse mejor a sí misma y entender la posición que ocupa. Así lo ha querido ir reflejando tanto en forma de escrito como en vídeo.
Llega además esta experiencia en un momento algo complicado. La situación de Sara Carbonero preocupó durante unas semanas. La presentadora, fuerte y segura, se enfundaba la camiseta de UNICEF y decidía separarse de su familia por unos días para conocer otras realidades.
El duro viaje de Sara Carbonero
“Qué difícil poner una sonrisa en esa situación y decirles: “tranquilos, aquí todo va a estar bien”. Yo no fui capaz”. Sara Carbonero comparte en forma de fotografías y vídeos todo lo que está viviendo en Panamá. La presentadora ha emprendido uno de los trabajos más duros de su trayectoria, posiblemente. Dar voz a los que no la tienen es algo tan importante que solo puede hacerse con el corazón en la mano. Así se enfrenta Carbonero a este nuevo día a día.
La periodista comparte a través de su perfil oficial lo que está viviendo. “Recuerdo especialmente a un señor de unos 70 años muy bien vestido que viajaba solo y apenas podía subir la escalera. También a una madre que venía con su bebé de pocos meses en brazos. A otro hombre que llegó con el tobillo completamente roto, cojeando”, escribe. “Recuerdo cada una de sus miradas”. Una experiencia que no va a poder olvidar.
Sara no quería adelantar nada de lo que iba a hacer este verano. Tras haber pasado unos días junto a su amiga Isabel Jiménez, la periodista se alejaba de los suyos para vivir una experiencia única. Algo que hará que vuelva siendo otra persona. Y así lo ha ido reflejando.
Unos meses difíciles para Sara Carbonero
Siempre discreta en cuanto a su vida privada, no parece que los últimos meses hayan sido sencillos para la presentadora. A pesar de que esta no ha querido pronunciarse, como viene siendo su tónica habitual, creció la preocupación por su estado. Desde que superarse el cáncer que le fue diagnosticado, la inquietud por su estado de salud entre aquellos que han seguido su carrera es constante. No obstante, Sara da buena muestra de encontrarse fuerte.
La presentadora ha hecho la mochila para pasar una temporada en Panamá junto a UNICEF. No hay mejor prueba de ello. Centrada en los suyos y en su trabajo, lejos queda aquella Sara Carbonero que se dedicaba al deporte y presentaba informativos. La Sara de hoy es mucho más madura y se mueve por los sentimientos. Es ahí donde focaliza su trabajo, sea con la música, con el periodismo o, como en este caso, con la ayuda humanitaria. Sabe que su presencia genera interés y pone el foco donde resulta tan difícil enfocar.