Dulceida se enfrenta a la venganza de sus fans en medio del mar

Sus admiradores no le perdonan que no quisiera atenderles y decidieron boicotear a la blogger

Aída Domenech, más conocida como Dulceida, acaba de aprender que su éxito no sería nada sin sus fans. Y si ya lo sabía, como mínimo, le han hecho recordarlo de la manera más amarga. La 'influencer' tiene una legión de seguidores cuyos enfados los carga el diablo, y no se andan con juegos si tienen que reprocharle un comportamiento. La poco amable sorpresa con la que la recibirían en uno de sus últimos bolos la dejó con muy mal sabor de boca sobre el escenario. La blogger e 'instagrammer', con 1'7 millones de seguidores en esta red social y cuyo mensaje es el del amor y el respeto, se encontraba en un crucero patrocinado por una marca de bebidas, que iba a suponer un encuentro con su fiel público. En vez de encontrarse a sus fans entregados, éstos empezaron a cargar contra ella con gritos y abucheos. "¡Tonta! ¡Fuera!", eran las palabras que se colaban entre el atronador sonido de protesta. Atónita y dolida, se hacía a un lado del escenario, donde su amiga Gigi Vives, la consolaba y les dedicaba, en un arrebato poco razonable, una peineta, como muestra el vídeo que hemos incluido.

¿Por qué Dulceida pilló a sus seguidores así de girados, cuando siempre la reciben entre gritos calurosos y lágrimas histéricas, tal es la admiración que tienen por ella? Muchos de ellos habían hecho auténticos malabarismos para conseguir un pase para el festivo crucero. Y solo para coincidir con ella y poder hacerse una foto e intercambiar alguna frase con su ídolo. Desconcertados, lo que se encontraron fue una Dulceida poco receptiva y con ningunas ganas de interactuar con ellos. La 'influencer' acababa de llegar del festival de Coachella, en California, y no podía con su alma del cansancio que arrastraba y del 'jet lag' por lo que en aquellas primeras horas en el barco, lo que quería era tranquilidad y descansar. Un gran número de sus fans no supieron ponerse en su piel y lo interpretaron como la actitud de una diva con muchos humos. Una ofensa de la que decidieron vengarse humillándola y abucheándola en su actuación. Pero no todos se pusieron en su contra y ya puede sentirse afortunada porque, al final, los gritos de "¡Dulceida!" acabaron apagando la ira del público ofendido.