’Quiero ser’ estrena temporada ya convertida en una de las apuestas fuertes de Divinity. Cuando se estrenó hace unos meses vaticinamos que Dulceida podría eclipsar a Sara Carbonero, y oh, sorpresa, sorpresa, es lo que ha terminado pasando.
Esta catalana es la nueva celebridad de Internet por la que apuesta Mediaset. Después de que Pelayo Díaz les haya funcionado más que bien, ahora le toca el turno a esta joven que acaba de casarse con su chica.
Aunque es una de las blogueras con más seguidores, no solo en su bitácora sobre moda y looks, sino también en las redes sociales y en YouTube, puede que haya quien no la conozca, y para todos ellos, seremos su tabla de salvación pues os contaremos quién es esta pizpireta morena que se cuela en nuestros hogares a través de ‘Quiero ser’.
Catalana, de 25 años (los 26 los cumplirá en octubre), loca por los sombreros, los shorts rotos y los botines, su estilo se ha convertido en referencia para millones de jóvenes. Hasta hace un par de años su fama se la debía a su blog y a redes como Twitter e Instagram, pero animarse a convertirse en YouTubber, fue lo mejor que pudo hacer pues su fama subió como la espuma. Y es que si a sus seguidores les gustaba verla posar con looks idílicos, más les gustaba verla en movimiento, bailando reguetón y de bromas. Sus vídeos suman comentarios y visitas y los que comparte con su ‘squad’, la gente que trabaja para ella, como su mánager, quien le edita los vídeos o su traductor, son los preferidos por sus fans. Mentimos, los que más les gustan a los ‘dulceidos’ son aquellos en los que comparte minutos con su novia, Alba Paul. De hecho, el que más visitas acumula es el que subió contando que estaba saliendo con una chica, y explicaba cómo había vivido este enamoramiento, pues, anteriormente, había salido con chicos.
Pero la llegada de Alba lo cambió todo. Ahora está felizmente casada. Paul le pidió matrimonio en el ‘Dulceweekend’, un festival de música y tendencias, ideado por la propia Aída que tuvo lugar el 2 y 3 de julio. Las dos se prometieron ante la mirada de cientos de fans que no paraban de repetir ‘qué bonito, qué bonito’. De todo fueron testigos las cámaras de los móviles y su pedida fue retransmitida a toda la Red, como no podía ser de otra manera tratándose de una e-celebrity.
Mucho ojo con ella. El medio online se le ha quedado pequeño, así que ahora solo quiere una cosa: convertirse en la nueva sensación televisiva. Y lo está consiguiendo con paso firme.