Lorenzo Sanz moría el pasado sábado 21 de marzo a los 76 años a consecuencia del coronavirus en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid. El ex presidente del Real Madrid llevaba varios días ingresado en estado grave y lamentablemente no pudo superar esta terrible infección que ya se ha llevado por delante a más de 2.000 víctimas en toda España.
"Hoy es el día más triste de mi vida, nos ha dejado un gran hijo, un gran hermano, un gran marido, un gran padre y un gran abuelo, una persona única. Papá te quiero y se que siempre seguirás cuidando de nosotros", escribía su hijo Fernando horas después de darse a conocer la triste pérdida.
No era el único y es que Lorenzo tenía cuatro hijos. Su hija Malula, mujer de Michel Salgado, también quiso hacer públicas unas bonitas palabras llenas de dolor: "Quisiera tener una escalera hasta el cielo y poder abrazarte de nuevo papá. No encuentro palabras para describir el dolor que siento".
Sin embargo, no ha sido solo la pérdida sino las formas en las que se han llevado a cabo lo que tiene a toda la familia hundida. Su hijo Fernando protagonizaba en Antena 3 unas desgarradora confesión en la que reconocía que desgraciadamente su padre había muerto "solo": "No pudimos ni despedirnos, ni velarlo... ni nada. Lo más triste es que ni incinerarlo se puede. Hay que esperarse al día 24, que lo incineran no sé dónde y te lo mandan a casa, como si fuese un paquete... Así, tal cual", desvelaba.
El exfutbolista narraba que se comunicaban a través de Whatsapp y que el último mensaje que les envió fue "os quiero mucho". Su hermana Malula ha subrayado este dramático momento con un mensaje de aliento que ha compartido en su perfil de Instagram: "Lo mas triste es estar separados en estos momentos tan duros para nosotros. Pronto estaremos juntos y nos despediremos de papá como se merece".