Empiezan a aparecer voces disidentes dentro del entorno de la familia mediática de Rocío Carrasco, esa a la que ha decidido apartar de su vida y continuar adelante tras sobrevivir al mismísimo infierno. Ahora ha podido saber a través de la última exclusiva de Lecturas que, entre ellos, hay una persona que la cree, la respeta y su postura además le ha pasado factura. Ana María Aldón empatiza con el desgarrador testimonio de Rocío Carrasco. Según una fuente muy cercana a la diseñadora, 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' le causó un gran impacto y no ha podido evitar conectar la experiencia de la hija de Rocío Jurado a dos vivencias muy dramáticas que vivió en primera persona.
En sus gestos, en detalles de su relato... Los expertos en violencia de género reconocían rápidamente que la pesadilla de Rocío Carrasco era un ejemplo de una mujer sometida a maltrato y que había pasado por el ciclo de violencia. Siendo solo una niña, Ana María había fue testigo de los terribles abusos que sufrió su madre a manos de su padre. Aún resuenan sus palabras en el Puente de las Emociones de 'Supervivientes 2020' acerca de aquel dramático recuerdo: “Mi padre fue una bestia humana, durante años torturó a mi madre. Mi hermano Fermín y yo nos agarrábamos y nos metíamos debajo de la cama mientras esto sucedía cada día”.
El testimonio de Rocío Carrasco le ha hecho revivir su infierno particular y ver cómo la propia familia de Rocío no la cree ha sido insoportable.
Ana María no encuentra que empatizar con Rocío Carrasco sea incompatible con la fidelidad a su marido, pero romper con la postura imperante de la familia le ha salido caro y ha visto como Gloria Camila y Rocío Flores le han dado la espalda. Pero hay situaciones que no puede ignorar y Ana María ha sentido que en ciertos pasajes Rocío Carrasco también hablaba de ella. Y es que ella también intentó quitarse la vida.
Fue una etapa de especial presión mediática y familiar para ella. Lo que tendría que haber sido una experiencia feliz, se convirtió en uno de los momentos más oscuros de su vida. Embaraza, cuando solo hacía tres meses que salía con José Ortega Cano y con su familia política en contra, reconoció también en Honduras que cogió el coche "con la intención de suicidarme". "Estuve a punto de no sobrevivir”, llegó a confesar entre lágrimas.