Paz Padilla y Bigote Arrocet, dos de los mejores amigos de Chiquito de la Calzada, se mostraron desolados en la capilla ardiente del humorista, instalada en el Auditorio Edgar Neville de Málaga, por donde pasaron miles de personas para despedir al genial cómico.
La presentadora y actriz viajó expresamente desde Londres en cuanto conoció la triste noticia de la muerte de su amigo. Paz se encontraba visitando a su hija Anna, que estudia en el Reino Unido, y se había ido tranquila ya que el jueves le habían informado que el estado de Chiquito era bueno. "Pero el viernes le dio un bajón y entró en coma", explicó Paz Padilla a 'Socialité'.
La muerte de Chiquito, a las tres de la madrugada del sábado, "fue un palo brutal para mí". Paz y Chiquito se conocían desde hacía veinte años cuando ambos debutaron en 'Genio y figura', el programa de televisión que los lanzó a la fama. "Todo lo que sé, me lo enseñó él", explicó Paz, quien lloró amargamente frente al féretro de Chiquito y, después, se fundió en un cariñoso abrazo con Glori, la sobrina del humorista y la persona que más se ocupó de él desde que enviudó en 2012.
Bigote Arrocet, por su parte, estaba también roto de dolor. La pareja de Teresa Campos ya tenía el billete para viajar el sábado a Málaga, pues tenía previsto visitar a Chiquito en el hospital, pero no llegó a tiempo. No es extraño, pues, que no pudiera contener las lágrimas en la capilla ardiente, tras mostrar sus condolencias a la familia y firmar en el libro que se dispuso a la entrada.
Los restos mortales de Chiquito serán incinerados hoy tras la misa que se celebrará en la iglesia de San Pablo, en el barrio de la Trinidad, donde había nacido el humorista hace 85 años.