Hace apenas un mes se conocía el divorcio entre la periodista Gema López y el que era su marido, Antonio Pardo Sebastián. A través de la revista Rumore se sabía que ya hacía un tiempo que el matrimonio, con una hija en común, no vivían juntos. También se sabía que habían llegado a un acuerdo con la custodia de la pequeña, en la que parecía una ruptura de mutuo acuerdo.
Acostumbrados a que en Sálvame, el programa en el que colabora y cada vez tiene más protagonismo, ella sea la que hable de las rupturas de los otros, se convertía de pronto en protagonista… O eso parecía. Y es que en todos estos años, poco se ha sabido de la vida personal de la colaboradora, a la que siempre le ha gustado mantener su vida privada al margen de los focos. Parece ser que así seguirá y sus compañeros de programa están respetando al máximo su voluntad.
En este último mes poco más se ha dicho de la separación de la pareja. Su divorcio no se ha comentado en los platós y Gema ha seguido con su vida, afrontando la situación como mejor ha sabido. A través de sus redes, no hemos dejado de ver a una Gema feliz, sonriente y tranquila, en unas instantáneas en las que parece que nada haya cambiado en su vida. Días antes de la noticia, compartía una foto en la que confesaba que necesitaba un respiro, eso sí, sin perder la sonrisa.
Toda esta tranquilidad podría ser fruto de lo cuidada que está por el programa y la seguridad de que no se convertirá en foco de debates ni críticas. Un respeto que la colaboradora se ha ganado manteniendo siempre su posición como periodista y caracterizándose por ser una de las tertulianas de Sálvame más discretas. Parece que en su divorcio lo primordial ha sido el cariño y el respeto mutuo que la pareja se tiene, tratando los dos de pasar página y afrontar de la mejor manera esta nueva etapa. Algo que sin duda es dificil ver hoy en día en los platós de televisión.