Diez famosos aspiran a convertise en el 'chef' más VIP

Fernando Tejero quiso irse del programa desde el minuto uno

Algunos como Miguel Ángel Muñoz no sabían ni freír un huevo, otros, como Loles León se las daban de expertos en los fogones, había quién creía que el set de rodaje iba a ser un patio de juego como María del Monte y para Virginia Troconis, en cambio, una dura prueba casi infranqueable: cámaras y cuchillos al mismo tiempo. Han sido los diez conejillos de indias perfectos. Porque después de cuatro ediciones de 'Masterchef' senior y tres de 'Masterchef junior' llega ahora a TVE1 -aunque sin fecha de emisión aún- 'Masterchef celebrities'.

La mecánica es la misma pero ha cambiado una cosa: el cásting. Diez grandes en sus diversos ámbitos profesionales como Cayetana Guillén Cuervo en la interpretación, como Manuel Díaz El Cordobés o en el motociclismo Fonsi Nieto pasan a convertirse, después de traspasar las puertas de las cocinas de programa, en diez aspirantes a cocineros. Nada de favoritismos, ningún piropo gratuito y ni espacio siquiera a los teatrillos y las sonrisas condescendientes. De hecho, los jueces, Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y una Samantha Vallejo Nájera con nuevo look sin trenza, han sido implacables. Tanto y más que con los anónimos, algo que a veces les ha sido difícil de digerir. A unos y a otros.

"Masterchef es una barbaridad. Por barbaridad puede entenderse o algo extremadamente bueno o algo extremadamente malo, pero lo que no es, es un término medio", dijo la tonadillera María del Monte de la que se rumorea que abandonó el concurso, aunque ella, eso lo deja en el aire. "Cuando me lo propusieron dije: ¡Venga! Pero no tenía que haberlo dicho. No porque me arrepienta, pero en la vida hay que ser honesto... Yo entré en el plató y me vine arriba, pero conforme fui avanzando, me hice pequeña". Y había una cosa con la que no podía, confiesa, "qué necesidad aguantar la presión del jurado. En la vida hay que darle más tiempo al tiempo y no hay que pretender empujarlo porque no se puede. En el jurado había cierto estiramiento… Nos han tratado como concursantes al uso".

Porque los jueces no dieron ninguna confianza a los concursantes pese a conocerlos de cerca e incluso a algunos íntimamente para evitar de esa manera que alguien pudiera apuntar falta de objetividad en sus juicios. "Nosotros tratamos a todos los concursantes por igual, y durante el concurso no tuvimos relación con nadie... Y eso que Fonsi intentó llamar a mi hermano para intermediar conmigo", bromeó Samantha. De hecho, según el chef de El Bohío, "el primer día que empezamos a grabar te daba más miedo, porque ellos son estrellas para nosotros. Le dije a Jordi: Se nos va de las manos, no es nuestro pulso. Pero según cocinaban, empezaron a encogerse en plató y ganamos nosotros".

Porque salieron de su área de cónfort y se encontraron en una cocina donde no sabían ni donde estaba la olla. Aunque no era para todos igual. Loles León pensaba que iba sobradita. "Me vais a comer lo que yo sé… decía yo. Pensaba que a estos me los ventilaba. Pues nada, aquí he aprendido muchísima humildad. Soy humilde, pero me faltaba un cacho", recalcaba la actriz despertando la risa general. Porque sí de una cosa se ha dado cuenta tras su paso por el programa es además de su poca destreza con la inducción, la disciplina casi marcial que exige la cocina. "Son casi militares, gente que sufre mucho por dar el arte del sabor a la gente. Son responsables de la salud, el sabor y el bienestar interior de las personas. Yo soy rebelde e izquierdosa, y decía: ¿Por qué te voy a obedecer a ti?".

Y han sufrido, llorado, tirado de los pelos, reído y rebanado las yemas de los dedos. "Se han dejado la piel", apuntaba Eva González. Hasta nueve desfiles llegó a llevar Cayetaba Guillén Cuervo por el fragor de la batalla. "No me quedaban dedos para cocinar". Y ha sido tan duro que Fernando Tejero se quería ir desde el minuto uno. "He sido un coñazo para mis compañeros", reconocía el protagonista de 'Aquí no hay quién viva'. Todo fuera por las ONGS por las que competían. 75.000 como premio final.