Diego Matamoros abre las puertas de la casa que compartía con Estela Grande

Apasionado por los colores, Diego combina a la perfección detalles muy coloristas con muebles minimalistas en madera. La habitación principal está compuesta por una enorme cama e imponente televisión: "Antes dormía a la izquierda y Estela a la derecha aunque ahora lo he invertido un poco". 

Junto al baño, que ha preferido no enseñarlo, la cocina es la parte de la casa que menos le gusta al hijo de Kiko Matamoros. Una vez más, los recuerdos a Estela vuelven a estar patentes de la mano de una máquina de café que él mismo le regaló y una remesa de vinos personalizados del día de su boda.

Al margen de los espacios de la casa, Diego ha hecho referencia a algunos detalles que tienen mucho que ver con su mujer: "Esta arena es de la última vez que estuvimos en Maldivas, en la luna de miel. Para que veáis que no guardo rencor a nada". 

Diego se define como un gran apasionado de la imagen y el sonido por eso en su casa no podía faltar una enorme televisión junto a un equipo de sonido a la altura. Sin embargo el detalle que más personalidad le da a su salón es una virgen que le regaló la madre de Estela: "Es una de las cosas que más me gustan del salón". 

Aunque es una casa pequeña compuesta por dos habitaciones, un baño, cocina y comedor, era perfecto para la pareja: "Era suficiente para nosotros. Ahora a mí me sobra todo", decía a la vez que recordaba como la terraza era el rincón favorito del matrimonio: "Nos encantaba estar aquí, con los amigos, tomar el sol...".

Afortunadamente, Diego se encuentra mucho mejor y está aprovechando este complicado confinamiento para él para aprender a cocinar. Mucha culpa de eso la tiene su hermana Laura quien le ha regalado un robot de cocina: "Se está portando genial", ha reconocido el hijo de Kiko Matamoros. Y es que en estas semanas está aprendiendo a conocerse a sí mismo y a encontrar ese punto optimista que había olvidado.