Día de juegos para el príncipe George en el polo

Al príncipe George le importa más bien poco los torneos de polo. A sus dos años, el niño está descubriendo el mundo y no para quieto un segundo, para disgusto de su madre, que va todo el día con la lengua fuera tratando de seguir su ritmo y de no dejar a su hijo solo.

La familia al completo se acercó el fin de semana a disfrutar de un partido de polo en el que participaba Guillermo. Kate, vestida con uno de sus tradicionales looks compuestos por vaqueros y camiseta marinera a rayas, se encarga de cuidar a George, mientras que su marido se montaba a un caballo y le daba al mazo y la bola. Puede que, dentro de unos años, George, en lugar de ver el juego desde el césped, participe en él, igual que su padre, su tío y su abuelo, porque entre los Windsor existe una gran tradición con este deporte. De momento, lo que más le gustan son las carreras, trepar y estar con su madre.

Con forme pasa el tiempo y el hijo mayor de los duques de Cambridge crece, se revela el asombroso parecido entre padre y niño. George es idéntico a su padre cuando este tenía su edad. En él se ven gestos que fueron vistos años atrás en el primer hijo de Diana de Gales. Sin duda, no puede negar de quién es hijo, ni aunque quisiera…

George volvió a ser el protagonista del evento como suele ocurrir cada vez que sus padres deciden llevarlo a alguna actividad. La que no estuvo con sus padres y su hermanito fue Carlota, que en pocos días será bautizada cuando ya haya cumplido los 2 meses. El bebé se debió de quedar en palacio a cargo de la niñera española que Kate y Guillermo contrataron para encargarse de sus descendientes. Que ganas tenemos de que la niña tenga la edad de ahora de su hermano y este un par de añitos más para ver cómo se relacionan y cómo juegan juntos. Seguro que son grandes compañeros de aventuras, como les ocurrió a Enrique y a Guillermo.