La tranquilidad es algo que nunca llega para Isabel Pantoja. La tonadillera, tras romper relaciones con sus hijos y despedirse de su madre, doña Ana, se enfrenta ahora al que puede ser el final de su estancia en el que ha sido su hogar, Cantora. La cantante habría decidido abandonar su casa para emprender nuevos rumbos. Sobre la finca pesa una orden de desahucio que Pantoja habría frenado in extremis llegando a un pacto con Hacienda. De no ser así, este mismo jueves día 21 sería la fecha en la que se ordenase la ejecución.
Las deudas han vuelto a ahogar a Isabel Pantoja. La cantante, que todavía se encuentra a la espera de la resolución de la causa por la que se le imputa un supuesto delito de insolvencia punible por el que podría llevar a entrar en prisión, puede ver como la que ha sido su casa y refugio a lo largo de todos estos años se marcha para siempre. Cantora se encuentra, de nuevo, en el punto de mira.
Tal y como se ha publicado, sobre la finca propiedad de Isabel Pantoja y Kiko Rivera pesan embargos por valor superior a 400.000 euros además de, al parecer, impagos de la hipoteca que podrían llegar a sumar casi un millón y medio de euros. Algo que habría hecho que Pantoja tomase la decisión de poner en venta, de forma urgente, su parte de la propiedad. “Ha llegado a un acuerdo con la Agencia Tributaria para hacer el pago fraccionado”, aseguraban desde ‘El programa de Ana Rosa’.
“Ha decidido abandonar Cantora. No lo hace por las deudas, lo hace porque desde que falleció su madre no puede vivir en esa casa, no sabe, se le cae encima, todo le recuerda a doña Ana”, explicaba el periodista Antonio Rossi. Este acuerdo de la cantante con el erario público daría un respiro a la tonadillera. Isabel Pantoja habría frenado así la orden de desahucio que pesa sobre la propiedad y que estaba establecida para ejecutarse este jueves día 21 de abril.
Una nueva vida
No es la primera vez que sale a la luz la intención de Isabel Pantoja de emprender una nueva vida lejos de España. La cantante, sin vínculo con sus hijos Isa y Kiko Rivera y ya sin la presencia de su madre, preferiría poner tierra de por medio y empezar de nuevo. Una decisión para la que tendría, también, que poner en venta su parte de Cantora. Todo, claro, a la espera de la resolución de la causa que tiene todavía pendiente y que podría truncar los sueños de la cantante.