A Rocío Carrasco se le ilumina la mirada cada vez que habla de Fidel Albiac. "Con él llegó la luz, la ilusión, el amor, el apoyo, llegó la comprensión...", afirmaba sin poder borrar la sonrisa de su rostro y es que para ella fue amor a primera vista. Lamentablemente, un accidente de tráfico truncó sus planes y la forma en la que su familia le trató desde ese momento en adelante.
Rocío Carrasco ingresaba en la UCI del hospital 12 de Octubre con un traumatismo craneoencefálico y fractura en una vértebra a consecuencia del fuerte choque, mientras que Fidel Albiac se llevaba un golpe en la columna. Rocío Carrasco recordaba este suceso haciendo hincapié en lo mal que se había portado su familia con él haciéndole culpable de lo sucedido.
"Mis padres hacen que lo atendieran mínimamente, no lo dejaron ni 24 horas en observación que era lo mínimo después de un accidente así". La cosa no se quedó ahí y Rocío Jurado no dudó en invitarlo a salir del hospital: "Mi madre le dijo que era mejor que se fuera del hospital pero él le contestó 'cuando tu hija abra los ojos y me diga que lo haga'". Con crudeza, Rocío Carrasco afirma que "lo hicieron porque pensaban que me iba a morir, sino no tiene ninguno cojones a sacarlo del hospital. ¿Ninguno es consciente que él venía conmigo? Qué humanidad. Eso no se hace", manifestaba con dolor.
El siguiente paso era sacarlo de la casa que compartía con Rocío Carrasco en el norte de Madrid y no dudaron en cambiar las cerraduras: “En ese momento iba a vivir en mi casa, que era la suya… hay fotos de mi padre, Ortega Cano y Amador sacando una maleta de mi casa. No tuvieron que hacerlo, era mi casa", se lamenta.
La figura de Fidel Albiac siempre ha estado rodeada de sombras. Durante estos 20 años, el abogado ha sido el mayor apoyo de Rocío Carrasco. Una relación que a pesar de dimes y diretes la hija de Rocío Jurado ha defendido hasta la saciedad dejando claro que está si cabe más enamorada que el primer día.