La despedida de El Cordobés: Manuel Díaz y su padre, Manuel Benítez, juntos por fin en el albero

Llegó el día. Manuel Díaz 'El Cordobés' (55 años) se retira definitivamente de los toros. Será esta tarde, en la plaza de toros de Jaén, cuando Manuel Díaz cierre su etapa profesional 30 años después de que un mítico matador como Curro Romero le diera la alternativa.

Medio siglo luchando por abrazar a su padre

El final a su trayectoria no podría tener mejor broche de oro: su padre, Manuel Benítez 'El Cordobés' (87 años), el creador del salto de la rana, el de 'O llevarás luto por mí', el ídolo de masas de una España de la posguerra, el torero 'yeyé'... Sí, Manuel Benítez será quien le corte la coleta a su hijo, por fin reconocido, Manuel Díaz. Una tarde que será histórica para los aficionados, pero cargada de emotividad y significado para un torero que se ha ganado el cariño de todos y, en especial, para su madre, María Dolores Díaz, quien 55 años después ha podido ver al padre de su hijo admitir públicamente su paternidad. Manuel Díaz siempre quiso defender la honorabilidad de su madre y aunque le ha costado medio siglo lo ha conseguido.

Manuel Benítez, con sus dos hijos toreros, Julio y Manuel, el pasado mes de febrero.

 

Seguro que esta tarde, cuando Manuel Díaz pise el albero de la plaza de toros de Jaén, un montón de recuerdos, buenos, no tan buenos y algunos muy dolorosos, se le agolparán en la cabeza. Manuel, que de niño fue Manolo, soñaba con triunfar en los ruedos, como su padre, aunque este renegara de él como si fuera un apestado. Inquieto, espabilado y con su hermano Chema como compañero de travesuras, Manolo era un chaval rubio de larga melena que, por encima de todo, era un calco de su padre. Dicen las malas lenguas que fue la influencia de Martina Freysse, la mujer de Manuel Benítez, la que impidió que El Cordobés reconociera a su hijo Manolo durante más de 40 años.

Manuel Díaz y su hermano Chema

Paquirri le brindó un toro la tarde en la que murió en Pozoblanco

Ese chavalillo rubio, que ayudaba económicamente en casa lavando coches, seguía soñando con ser como su padre, del que tantas veces le había hablado su madre. Manolo tan solo tenía el recuerdo de un brevísimo encuentro con su padre y una foto en blanco y negro con él que guardaba como oro en paño. Mientras, Manolo hacía sus pinitos con el capote en la escuela del Círculo Taurino de Córdoba. Que Manolo era el hijo no reconocido de El Cordobés era un secreto a voces. En 1984, en una trágica corrida que tuvo lugar en Pozoblanco, Paquirri le brindó su primer toro de la tarde al joven Manolo Díaz. Su segundo toro, de nombre Avispado, acabaría con la vida de Paquirri, dejando a Isabel Pantoja con el título de viuda de España.

 

Manuel Díaz, con su madre, María Dolores Díaz.

Dos años después, en un festival taurino a beneficio de las víctimas del volcán Nevado del Ruiz, en Colombia, en el que actuaba Manuel Beníntez, Manolo Díaz no dudó en saltar al ruedo como espontáneo –su padre ya lo había hecho en 1957–, lo que le costó una multa y la prohibición de torear durante dos años. Pero Manolo logró uno de sus objetivos, una segunda foto con su padre.

Curro Romero fue su padrino

Cumplida la sanción, en agosto de 1988, Manuel Díaz debutó como novillero en Madrid, y en abril de 1993 tomó la alternativa en La Maestranza de Sevilla, con Curro Romero como padrino. A partir de entonces y con la etiqueta –que él siempre llevó con orgullo– de ser el hijo, no tan secreto, de El Cordobés, Manuel Díaz empezó a encadenar éxitos en los ruedos.

 

Curro Romero le dio la alternativa en Sevilla.

Casado en dos ocasiones, la primera con Vicky Martín Berrocal (50 años), matrimonio del que nació su hija Alba (23 años), y la segunda con la venezolana Virginia Troconis (43 años), que le ha dado dos hijos, Manuel (19 años) y Triana (15 años), sigue guardándole un inmenso amor a su madre. Claro que, cuando Manuel ya había tirado la toalla con respecto a su padre, llegó el ansiado reencuentro, esta vez sí, como padre e hijo. Fue en febrero de este año.

Manuel Díaz, con su mujer, Virginia Troconis, y sus tres hijos, Alba, Manuel y Triana.

Unos años antes, su hermano Julio Benítez Freysse, propició un acercamiento con Manuel. Julio también es torero y, como todo el mundo, él también sabía que Manuel era hijo de su padre. En 2017 torearon juntos, mano a mano, en Morón de la Frontera. Julio también conoció a sus sobrinos y a su cuñada Virginia y, desde el primer momento, se sintieron familia. Desgraciadamente, las cogidas y las lesiones no les han permitido disfrutar de muchas ocasiones juntos en las plazas, pero el cariño de hermano no se ha resquebrajado en ningún momento.

"La foto de mi vida"

Y llegó ese esperado 14 de febrero de 2023 cuando a Manuel Benítez se le homenajeó en la Universidad de Córdoba con motivo del 20 aniversario de su califato taurino. Allí, por fin y después de 55 años, Manuel Benítez reconoció públicamente la paternidad de Manuel Díaz. "La foto de mi vida", dijo Manuel cuando publicó la foto con su padre en las redes sociales.

"La foto de mi vida", escribió Manuel Díaz, en febrero de este año.

 

Lo más importante para Manuel Díaz, sin embargo, no ha sido obtener el reconocimiento de Manuel Benítez, sino el haber podido restaurar y dignificar el buen nombre de su madre, María Dolores, quien 56 años atrás trabajaba como sirvienta y, tras quedarse embarazada del torero, la echaron de la casa, por lo que se encontró en la calle, sin trabajo y con un bebé en camino.

Han pasado 55 años y esta tarde será Manuel Benítez quien le corte la coleta a su hijo, un gesto cargado de significado y que padre e hijo no olvidarán mientras vivan.