Gloria y Amador Mohedano atraviesan apuros económicos. Lecturas ha accedido en primicia a una información comprometedora de los hermanos de Rocío Jurado y que da respuesta a la guerra que tienen declarada a su sobrina, Rocío Carrasco. Tal como ha podido saber nuestra revista, ambos necesitan dinero después de haber dilapidado la parte de la herencia que habían recibido de su hermana. Obligados a hipotecar las propiedades recibidas, incluso podrían llegar a perderlas, en el caso de la finca Los Naranjos. Una situación que nos lleva a repasar cómo quedó la herencia de Rocío Jurado y la suerte tan dispar que han corrido los siete millones que dejó a repartir entre toda la familia.
Rocío Carrasco fue la heredera universal. Recibió cuatro novenas partes del total. Para ella son todos los derechos de las canciones y de las películas de su madre. Le legó también todas sus joyas, y 36 toneladas de objetos, así como dos apartamentos en Miami, uno compartido con José Ortega Cano.
El tercio de mejora permitió a Rocío adquirir el pleno dominio de la finca El Administrador, valorada entonces en 870 millones de pesetas. Recibió también dos cuartas partes de la venta del chalé de La Moraleja, que la cantante dispuso que se vendiera antes de los dos años de su muerte y que se vendió por 4 millones de euros.
A José Fernando y Gloria Camila les correspondió un millón a cada uno de la venta de Montealto, la casa de La Moraleja, que debían recibir al cumplir la mayoría de edad. Al cumplir 25 años debían percibir el resto del dinero que les correspondía por la legítima.
Ortega Cano recibió la parte que Rocío Jurado tenía de Yerbabuena. No pudo mantener el apartamento de Miami que compartía con Rocío Carrasco y la propiedad fue vendida. El diestro recibió el cincuenta por ciento del dinero obtenido.