El desgarrador gesto de unión entre Antonio, marido de Caritina, y Carla Goyanes en el tanatorio

Caritina Goyanes fallecía este pasado lunes a los 46 años; su marido, Antonio Matos, era quien le acompañaba al hospital tras empezar a encontrarse mal

JC
José Confuso

Director digital de Lecturas

Carla Goyanes
GTRES.

Completamente rotos. Antonio Matos, marido de Caritina Goyanes, se abrazaba con fuerza a su cuñada. Carla, hija de Cari Lapique y Carlos Goyanes, era de las primeras en llegar al tanatorio. Debía dar el último adiós a su hermana tan solo veinte días después de haber hecho lo mismo con su padre. Muy afectada y sin poder articular palabra, la hija del empresario se aferraba en un abrazo intenso con su cuñado. Ambos habían sufrido la mayor de las pérdidas.

Caritina Goyanes fallecía este pasado lunes a los 46 años. La hija de Carlos Goyanes y Cari Lapique se encontraba en su casa de Marbella junto a su familia. Hacía ya dos días que había experimentado algún mareo pero no le habían dado mayor importancia. No fue hasta la tarde de este lunes cuando comenzó a encontrarse mal. Su familia pidió auxilio al personal de la cafetería de la urbanización y era traslada de urgencia al hospital de Estepona. Una vez allí, el equipo médico no pudo hacer nada por salvar su vida.

La pérdida de la hija de Cari Lapique deja destrozada a toda su familia. Desde su hermana Carla hasta su madre, su marido y sus dos hijos, de solo 13 y 10 años. Uno de ellos, de hecho, quiso ir con su padre al hospital. La tragedia se ha cebado con la familia. El pasado 7 de agosto fallecía Carlos Goyanes, el patriarca. Solo han pasado ahora veinte días.

Antonio Matos, destrozado por la muerte de Caritina

Era su marido, Antonio, quien acompañaba a Caritina al hospital. El marido de la empresaria debía dar la peor de las noticias. Roto y entre lágrimas, reaparecía en el tanatorio. La unión del marido de Caritina con la familia Goyanes es fuerte. Caritina y Antonio se casaron el pasado 2006 y tienen dos hijos en común. Muy vitales, todos sus allegados destacaban su alegría, su optimismo y las ganas con las que afrontaban la vida.

Antonio ha estado al lado de su mujer en sus últimos días. Se habían trasladado a Marbella para pasar el verano. La pérdida de Carlos Goyanes había dejado a Caritina muy afectada. Fue esta quien tuvo que dar la triste noticia a su madre, que no se encontraba en casa cuando falleció su padre. La muerte de Goyanes fue repentina. Ni estaba mal de salud ni había dado signos de estar delicado. El golpe para todos fue tremendo.

Ahora, Antonio y sus hijos lloran la pérdida devastadora de Caritina. Un revés que nadie había podido imaginar. Era Carla quien arropaba a su cuñado en este terrible último adiós. Su madre, Cari Lapique, estaba viajando desde Mallorca.

Tres duros golpes para Carla Goyanes

La familia Goyanes ha tenido que hacer frente a tres muertes en muy poco tiempo. Primero fue Carlos Goyanes, patriarca de la familia y el pilar sobre el que se sustentaba. El empresaria fallecía a principios de agosto y dejaba a todos en shock. La última gran reunión de la familia fue, precisamente, para despedirle. Allí estuvieron todos mostrando su profundo dolor y el gran respeto que tenían por su figura. No iba a ser el único revés.

También Tino, hermano de Carlos Goyanes, fallecía poco después. Discreto y alejado de la popularidad de su hermano, era la periodista Pilar Vidal quien confirmaba la noticia este pasado lunes. Su último adiós había sido en la intimidad y no había trascendido. Los Goyanes perdían a dos de sus miembros más queridos pero la tragedia todavía no había terminado. Cuando todavía no se habían repuesto, llegaba la peor de las noticias.

La muerte de Caritina ha sido el gran golpe. La hija de Carlos Goyanes fallecía este pasado lunes, tan solo veinte días después de su padre. Su hermana Carla y su madre Cari están destrozadas. Poco a poco habían intentado levantar cabeza después de la muerte de Carlos Goyanes. Eran muchas las voces que explicaban que habían podido estar con ella recientemente y que se encontraba ya más animada dentro del dolor.