La muerte de Enrique Ortiz López-Valdemoro, padre de Bertín Osborne, ha colocado el foco en él y en su familia más íntima. A pesar de la fama que ha perseguido al cantante desde hace más de cuatro décadas cuando decidió probar suerte en el mundo de la música, tanto sus padres como sus hermanas siempre se han mantenido al margen de la fama, una discreción que han mantenido hasta ahora.
Enrique fallecía el pasado viernes 18 de octubre en Madrid rodeado de sus cuatro hijos. Un último adiós muy íntimo y familiar que tal y como ha trascendido tuvo lugar en el tanatorio de La Paz.
Para recordar el papel de Enrique tenemos que echar la vista atrás. VIII conde de Donadío de Casasola y VII conde de las Navas, el aristócrata contrajo matrimonio con María Teresa Osborne y Marenco, y fruto de esa relación nacieron sus cuatro hijos: Bertín, María Teresa, Marta y María de la Luz. Pese a lo estricto que fue con la educación de sus hijos, una rigidez que provocó sus más y sus menos con Bertín, Enrique siempre ha presumido de la unión de toda su familia. Tanto, que la casa que posee en el centro de Madrid actuó durante años como escenario de encuentro de hijos, nietos y biznietos.
Pese a la popularidad de Bertín, es cierto que su familia siempre ha permanecido al margen de los focos, aunque eso no quita que siempre han sido una piña y todas sus hermanas le han apoyado de manera incondicional en cada uno de sus pasos. Pero, ¿quiénes son María Teresa, Marta y María de la Luz?
Teresa, Marta y Lucila Ortiz Osborne, las hermanas desconocidas de Bertín Osborne
Bertín es el primogénito y único varón del matrimonio de Enrique y María Teresa, pero la familia Ortiz Osborne es amplia. Tras él llegarían sus tres hermanas, a las que adora. Chata, apodo con el que se dirigen a Teresa de forma cariñosa y familiar, consiguió formar su propia familia junto al empresario Felipe Roca de Togores y Pérez de Guzmán.
En 1994 su padre tomó la decisión de cederle el condado de las Navas a su hija, un título que defiende con orgullo en la actualidad. Es cierto que Bertín siempre ha respetado que sus hermanas y sobrinos quieran vivir al margen del foco mediático, hasta tal punto que se han convertido en unas completas desconocidas para el gran público. Todas ellas mantienen una vida muy discreta entre Madrid y Sevilla, y es que es habitual que visiten a su hermano en la impresionante finca que posee en la capital andaluza.
La tercera en discordia es Marta, quizás la más desconocida de todas ellas, y es que no existe ninguna imagen de ella. Pertenecer a una familia acomodada le permitió estudiar y después dedicarse a los negocios familiares. La pequeña de los Ortiz Osborne es María de la Luz o Lucila, ella ha actuado como una segunda madre para las hijas mayores de Bertín, Alejandra, Eugenia y Claudia, desde la muerte de Sandra Domecq en 2004.
Los hermanos Osborne están muy unidos y en estos momentos su vínculo se ha hecho más fuerte si cabe. Durante años, Bertín, Teresa, Marta y Lucila se han hecho cargo de los cuidados de su progenitor, y es que él, haciendo gala de su fuerte carácter nunca quiso abandonar su casa pese a que en los últimos tiempos su estado de salud era muy delicado.
"Era muy estricto pero me dio buena educación y poco dinero, que es lo que tienen que hacer los padres", reconocía el propio Bertín sobre cómo fue su infancia junto a sus hermanas.