Carla Vigo Ortiz, hija de Erika Ortiz Rocasolano es una adolescente típica y tópica: con perfiles en las redes sociales preferidas de la gente de su generación (acaba de cumplir 18 años): Twitter, Instagram y musical.ly, donde comparte sus vídeos bailando. Tan solo tiene una particularidad esta “reina de lentejuelas”, como se hace llamar en estos canales online, que ella es sobrina de una Reina auténtica. Su tía es doña Letizia.
Carla, que vivió con apenas seis años el trágico fallecimiento de su madre, la considera “la persona más importante” en su vida. Ella ha sido todo y, a pesar de que han pasado 12 años de su muerte, la ama con locura y hasta la felicita en sus redes sociales cuando llega la fecha de su cumpleaños.
Esta adolescente, criada en un ambiente en el que la cultura ha sido predominante, se decanta no por la letras como su tía o la escultura como su padre, sino por la danza. Nada le gustaría más que poder hacer de este su sueño su profesión y ahora, de momento, le toca formarse. En redes también manifiesta su deseo de querer ser actriz, quizás ha salido tan cinéfila como doña Letizia, que también está transmitiendo su pasión a sus dos hijas.
Contestataria, divertida, soñadora y luchadora por aquello que cree justo, Carla se suele pronunciar en Twitter cuando algo no le gusta. Está especialmente sensibilizada con la lucha LGTBIQ+, y alza su voz para exigir respeto y tolerancia a todas las formas posibles de amor. Su conciencia social está muy despierta.
Enganchada a ‘Paquita Salas’, adora a los actores Brays Efe o Víctor Palmero, y sin miedo a opinar de manera política. Carla deja a su tía los deberes palaciegos y ella prefiere dedicarse a ser la otra reina, la reina de la lentejuela.