Natalie Poza (51 años), invitada de 'El Hormiguero' este 9 de enero para promocionar 'Honeymoon', ha revelado a todos los espectadores cuál es su relación con Chabeli Iglesias. La actriz, que ha jugado a una de las pruebas del formato de Antena 3 intentando que sus compañeros adivinaran si la historia que estaba contando era real o no, ha explicado de qué conoce a la hermana de Tamara Falcó. Una vivencia que ha dejado a todos boquiabiertos en el plató: "Con 9 años estuve viviendo en casa de Julio Iglesias. Fue un verano, durante un mes. Fue en Indian Creek, Estados Unidos. Estaba Enrique, Julio y Chabeli. Habían piscinas, embarcadero y mar. Me llevaba muy bien con ella. Éramos pequeños y nos íbamos a dormir pronto", ha comenzado diciendo la intérprete, confirmando que era cierto lo que decía.
"Éramos compañeros de clase en el colegio y pasé allí un verano genial. Su padre era un tío cojonudo. No creo que se acuerde de mí pero fue uno de los veranos más maravillosos de mi vida", ha añadido entre risas para después bromear con Pablo Motos. "Estoy segura de que no soy su hija", ha expresado.
Natalie Poza y Javier Gutiérrez, una amistad de más de 20 años
Natalie Poza además ha contado al presentador la buena relación que ha tenido siempre con Javier Gutiérrez, su compañero en el filme del que han ido a hablar a 'El Hormiguero'. La pareja de actores se conocieron cuando eran muy jóvenes en Madrid porque iban a la misma escuela de teatro. Y tan buena era la sintonía que tuvieron desde el principio que incluso el actor encargó a su amiga que le comprara algo para su progenitora el Día de la Madre porque él tenía que trabajar. "Llegué con 18 y fantaseaba con ser actor. Le di 2.000 pesetas para que comprara un regalo a mi madre. Le compró un jersey. Ella se acordará toda la vida. Hasta ese punto", ha contado el intérprete, que ha añadido que la vida después les ha ido juntando tanto en el teatro, como en la vida, como en el cine.
Durante todas experiencias que han vivido a lo largo de los años, Natalie y Javier han contado que estuvieron haciendo varios espectáculos en discotecas, donde les pagaban muy bien. "Eran shows con casquería y a veces nos regañaban porque eso cuando se lo tirábamos a la gente luego olía muchísimo", ha confesado la actriz, que recuerda que se quedaron con las camisas de fuerza para otras obras que realizaron posteriormente. "Le echábamos mucho morro con las cosas. Alucinaron con nosotros y dejaron de llamarnos", ha confesado. Además, años después realizaron otra función, escrita por Andrés Lima, junto a Roberto Álamo, Pilar Castro y Willy Toledo, una obra que era un poco subida de tono en la que a veces la gente se propasaba. "Había escenas potentes y el público estaba muy pegado. Era algo clandestino. Las entradas se vendían en un bar de La Latina y la gente iba porque el título les llamaba la atención. 'Pornografía barata'", ha añadido.