Iker Casillas y Sara Carbonero podrían estar más cerca de España que nunca. Tras cinco años en Oporto, a donde la pareja se mudó para que el futbolista se uniera al equipo de la ciudad, una nueva aventura profesional del portero podría hacer que volvieran a Madrid.
Iker Casillas ha anunciado que se presentará a las elecciones para ser presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). "Sí, me presentaré a la Presidencia de la Real Federación Española de Fútbol cuando se convoquen las elecciones. Juntos vamos a poner nuestra Federación a la altura del mejor fútbol del mundo: el de España", ha escrito el futbolista en su Instagram, confirmando así los rumores que surgieron la semana pasada al respecto.
"He informado de esta decisión al presidente de mi Club, el FC Porto, al que solo puedo expresar mi más profundo agradecimiento", ha contado Iker Casillas, a quien su candidatura a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol le hace mucha ilusión. "Estamos trabajando con el máximo respeto y decisión en nuestra candidatura. Más de 23.000 electores nos esperan en unas elecciones justas y transparentes. 139 asambleístas decidirán", ha expresado el portero, que ha aprovechado para dar las gracias a sus seguidores por el cariño y el apoyo. "Gracias a todos y todas por el cariño que he recibido y recibo. Vuestro apoyo y vuestra fuerza me animan. ¡A por ello! #IkerCasillas2020", ha escrito Casillas.
Este paso podría hacer que Iker Casillas se alejara definitivamente de los terrenos de juego para pasar a los despachos. El que fuera jugador del Real Madrid sufrió un infarto agudo de miocardio el pasado 1 de mayo de 2019 y, desde entonces, no había vuelto a jugar profesionalmente, aunque sí que se ha calzado las botas.
Además de un gran cambio profesional, esta decisión podría abrir la puerta a una nueva vida, ya que volvería a Madrid junto a Sara Carbonero y sus dos hijos, Martín y Lucas. La pareja ha dejado claro en más de una ocasión que están encantados en Oporto. Desde su traslado, ambos se adaptaron a la perfección a Portugal y, aunque la mayoría de sus amigos residan en España, han conseguido encontrarse como en casa.
Una decisión que llega después de un año complicado para la familia. Tras el infarto de Iker, a Sara le diagnosticaron un tumor en uno de sus ovarios, lo que la obligó a someterse a un tratamiento de quimioterapia. Totalmente recuperada, la decisión de Iker y la vuelta a Madrid podrían suponer también su regreso al trabajo tras estos duros momentos.