Ha sido un revés devastador. Isabel Preysler se enteraba de la muerte de Caritina Goyanes a muchos kilómetros de distancia. La hija de su gran amiga Cari Lapique fallecía este pasado lunes en la localidad de Marbella. Caritina estaba pasando unos días en familia en la casa que los Goyanes poseen en la ciudad. Fue allí donde empezó a encontrarse mal y fue trasladada de urgencia al hospital de Estepona. Una vez en el centro hospitalario, los médicos ya no pudieron hacer nada por si vida.
Los amigos y familiares de los Goyanes se quedaban helados al conocer la noticia. La hija de Carlos Goyanes fallecía tan solo viente días después que el conocido empresario. Este había perdido la vida también en Marbella, en la casa familiar, y había sido la propia Caritina quien había tenido que comunicarlo a sus seres queridos. Un golpe durísimo del que todavía estaba recuperándose.
Isabel Preysler, íntima amiga de Cari Lapique desde hace años, no dudaba en tomar una decisión rápida y fulminante en cuanto supo de la muerte de Caritina. Tenía que estar al lado de la familia en estos terribles momentos. Hizo la maleta y regresó corriendo a España. Llegaba a tiempo para la despedida en Madrid y el último adiós a la hija de Cari Lapique.
Isabel Preysler, completamente rota
La socialité llegaba al tanatorio de Tres Cantos arropada por su hija Tamara Falcó y su yerno, Íñigo Onieva. Isabel, con gafas de sol, no podía articular palabra. Muy afectada, se aferraba a los familiares de Caritina. Necesitaba transmitirles su cariño y afecto en estos complicados momentos. Preysler ha sido una presencia constante en la vida de los Goyanes. Su amistad con Cari Lapique se retrotrae décadas. Es uno de sus grandes apoyos.
La madre de Tamara Falcó compartía los primeros minutos con Miriam, hermana de Cari Lapique. Justo con ella se encontraba Cari cuando supo del fallecimiento de su hija. La viuda de Carlos Goyanes había puesto tierra de por medio tras la muerte de su marido. Le resultaba insoportable estar en la casa en la que tantos años había vivido con él. Hizo las maletas y se trasladó a Mallorca. Nunca hubiese podido imaginar lo que iba a ocurrir.
Cari Lapique y su hija Carla eran las primeras en llegar al tanatorio en Madrid después de la misa celebrada en Marbella. La presencia de amigos y familiares iba a ser constante hasta mediodía cuando se trasladarían los restos mortales de Caritina al cementerio de San Isidro. Allí descansará junto a las cenizas de su padre.
Una segunda madre para Caritina
La amistad de Isabel Preysler y Cari Lapique se remonta a varias décadas atrás. Ambas formaban parte de aquella ‘jet set’ que frecuentaba los mejores restaurantes en Madrid y las fiestas más exclusivas en Marbella. Eran las reinas de la noche, las más buscadas y las más fotografiadas. Mientras Isabel vivía más hacia afuera, Cari mantenía un perfil algo más discreto. Su amistad se fue cimentando hasta hacerse inseparables.
El nacimiento de Caritina, la hija mayor de Cari Lapique y Carlos Goyanes, fue todo un acontecimiento. Isabel Preysler se volcó en la pequeña hasta tal punto que llegó a considerarla como una segunda madre. Desde entonces, la presencia de la socialité en la vida de las hijas de Cari ha sido habitual. Juntas han vivido los mejores momentos pero también los más duros.
A ese grupo se unía con el tiempo Nuria González, íntima también de ambas. Todas se han arropado en las pérdidas de sus respectivos maridos. Duros golpes del destino que ahora se unen tras el fallecimiento de Caritina. Las amigas de Cari Lapique se encuentran muy afectadas por la situación actual.