Mañana domingo 3 de junio se cumple un año de la desaparición de David Delfín, el diseñador malagueño que rompió moldes en el mundo de la moda y que luchó en los dos últimos años de su vida contra tres tumores en el cerebro. Si hace unos meses se le concedió el Premio Nacional de Moda, ahora ha sido su ciudad, Marbella, la que le ha reconocido con la Medalla de Oro de la ciudad a título póstumo.
Para recoger tan alta distinción, la madre de David Delfín, María González, cogió uno de los bolsos de la última colección de su hijo y, visiblemente emocionada, recibió este nuevo reconocimiento. La gran pena de María, según dijo, fue que los otros galardonados "estaban aquí todos vivos. David la ha recibido después de fallecer y eso me da mucha lástima". Sobre su pecho, una cruz de plata alberga unas pocas cenizas de su hijo. María siempre la lleva encima, ya que para ella es una manera de tener a su hijo siempre cerca.
David Delfín nació en Ronda, pero siendo muy pequeño se trasladó con toda su familia a Marbella. Allí aprendió a coser de la mano de su madre, que era modista, no profesional, pero solía hacer vestidos por encargo. Con 18 años, David se marchó a Madrid y allí triunfo. El cáncer se lo llevó cuando solo tenía 46 años.
Además de la Medalla de Oro a David, en el mismo acto celebrado en el Teatro Ciudad de Marbella, fueron nombrados hijos adoptivos de la ciudad el extenista Manolo Santana, el exseleccionador nacional de fútbol Vicente del Bosque, y el seleccionador nacional de baloncesto, el italiano Sergio Scariolo.
Manolo Santana dijo: "Llegué a Marbella por un día y llevo 36 años". El extenista, que el pasado 10 de mayo celebró su 80 aniversario, tuvo palabras de agradecimiento a su mujer, Claudia Rodríguez. Por su parte, Vicente del Bosque, es un asiduo veraneante de Marbella desde hace muchísimos años y es una persona muy querida en la ciudad. Por lo que se refiere a Scariolo, hace diez años decidió establecer su residencia en Marbella, sin duda, un sitio estupendo para vivir todo el año.