La familia Beckham no gana para sustos últimamente. Unas recientes vacaciones nevadas en Canadá se cobró la fractura de clavícula de Brooklyn, hijo mayor del mediático matrimonio, y un diente roto del propio David Beckham.
Padre e hijo pasan mucho tiempo juntos, ya que tienen aficiones muy similares. Es común verles celebrando en un pub la festividad de San Patricio, pinta de cerveza en mano, o con su estilismo más trabajado en un evento de moda; practicando deporte o yendo juntos a ver un partido de fútbol del equipo de sus amores, el Manchester United. En este caso, habían ido al campo del Arsenal a ver los entrenamientos del equipo de la Premier League inglesa. Tras salir con el coche a la circulación, David, que estaba al volante, no vio que otro coche venía por el mismo carril al que se iba a incorporar. El exfutbolista se interpuso entonces en la marcha del otro vehículo que acabó impactando contra el morro del auto de Beckham, justo en el lado del conductor. David y Brooklyn salieron con celeridad del interior para pedir perdón por un despiste que podría haber sido más grave. Lo primero que hicieron padre e hijo fue a acercarse a los ocupantes del otro coche para ver que se encontraban en perfecto estado. Según los testigos del tremendo choque, el exfutbolista y su hijo no pararon de pedirles perdón y asumieron toda la responsabilidad del accidente.
El peor parado de toda esta situación ha sido David Beckham quien, debido al impacto ha sufrido una pequeña lesión en el hombro. Por suerte, todo ha quedado en un susto y el marido de Victoria Beckham tendrá que guardar reposo unos días.