En los últimos años la vida de Olga Moreno (47 años) ha cambiado por completo. Después de veinte años compartidos con Antonio David Flores a finales de 2021 separaron sus caminos y aunque todavía no han firmado los papeles del divorcio, lo cierto es que ella entabló una relación con el manager Agustín Etienne y aunque él ya puso punto y final a su historia con Marta Riesco, entre ellos no parece que las cosas puedan volver a ser lo que eran. Aunque sí se dice que ella sería clave para el juicio que el padre de su hija tiene pendiente por supuesto alzamiento de bienes e insolvencia punible, por ahora se desconoce que actitud tomará acerca de este asunto y si continuará apoyándole o marcará distancia.
Pero al margen de los temas legales que queden pendientes, Olga empezó una nueva etapa aquel otoño de hace dos años y por ahora parece que no necesita más, pues no dista mucho su vida de ahora con la de entonces. De hecho, eran muchos los que esperaban que fuera a utilizar los medios para hablar de todo lo relacionado con su ex, pues al final dentro de todo lo ocurrido, ella es quién menos se ha pronunciado, y aunque aparentemente y después de que él la dejara para comenzar una relación con la que en ese momento era colaboradora de El Programa de Ana Rosa, todo indicaba que no debía estar muy contenta.
La aventura empresaria de Olga Moreno hacía aguas
Ella continúa viviendo en la misma casa que un día compartió con Flores y sus dos hijos, David y Rocío, pero no es de su propiedad, o al menos no consta ni a su nombre ni a nombre de su única sociedad en el Registro. En este momento, lo único con lo que la sevillana contaba era con su tienda Olé y Amén, que gestionaba a través de la sociedad Maita&Paito SL, dada de alta en 2010 y que sufrió un cierre de hoja registral en 2019 después de estar varios años sin actividad. Sin embargo, existían algunos indicios de que podría estar en vías de desaparición desde hacía tiempo. Extremo que ahora ha confirmado para la revista 'Semana'.
Varios comentarios en las reseñas del centro que apuntaban a que era difícil encontrar el establecimiento abierto, mientras otras explicaban lo encantadas que están con sus compras allí, todas más o menos en los últimos meses. Este digital ha tratado, es las últimas semanas y en diferentes ocasiones, ponerse en contacto con el lugar a través del teléfono que ofrecíann para ello y no ha sido posible. Su cuenta de Instagram, donde antes era habitual ir viendo las novedades e incluso a la propia Olga luciendo puestas las prendas que venden, no contaba con actualización alguna desde el mes de marzo, lo que resulta bastante extraño.
En enero de este mismo año se dijo que Olga se planteaba mudarse a Madrid para estar más cerca de su pareja, Agustín, que tiene su propia agencia de representación de artistas, y que, aunque también pasa algunos días en el sur, su trabajo le requiere presencia en la capital. Sin embargo, ella no ha confirmado tal mudanza, aunque quizá sus constantes viajes hayan hecho que la tienda poco a poco haya ido quedando en un segundo plano, pues, aunque había una persona trabajando con ella, la propia Olga también trabajaba casi todos los días en el establecimiento.
En definitiva, y sin contar con datos concretos de facturación del establecimiento de ropa, probablemente el mayor ingreso de Olga Moreno en los últimos años fue su premio, de 200.000 euros, unido a su caché semanal en ‘Supervivientes’. Una inyección económica que ella dijo que iría destinada a su familia, en la que entonces incluía a Antonio David, David y Rocío Flores. Solo ella conoce que ha hecho con ese dinero, y cuáles son sus planes de futuro en el terreno económico. Ahora está disfrutando del verano y de su hija tal como ha ido mostrado en sus redes sociales, el resto, ya se verá.