Cynthia Rossi: "Dejé mi trabajo como abogada y empecé a pintar"

Cynthia Rossi
Gtres

Cynthia fue fruto el del matrimonio de Carmen Martínez Bordiu y Jean Marie Rossi. Durante unos años, los que duró aquella relación, asistimos a su nacimiento, sus primeros pasos, a cuando le pusieron los bracketts o a su Comunión, siempre a través de las páginas satinadas de las revistas.

Tras el divorcio de la nietísima de Franco y el anticuario francés, su vida se convirtió en algo más anónimo. Alguna foto robada paseando por Les Champs Elysees y poco más, toda la atención volvió a su madre y su azarosa vida amorosa y a su hermano Luis Alfonso eterno aspirante al trono del rey sol. Cynthia Rossi es ahora toda una mujer. Con chic francés. Tímida porque afirma que en París estas cosas de la prensa no le pasan y convertida en pintora. "Vendía cuadros a los amigos de mis padres a los 8 años", recuerda, aunque antes tuvo que colgar su toga de letrada. La trajo a Madrid El Corte Inglés a su fiesta del año de la Decoracion y Lecturas pudo hablar con ella.

Qué poco te dejas ver...

Estoy viviendo en París, pero vengo lo más posible a España y a Madrid para estar con mi familia. Además, ha coincidido con mi cumple, y estoy encantada. Lo celebré en familia, un almuerzo en familia, muy tranquila, disfrutando de momentos privilegiados, ya que no vengo mucho. Mi madre, mi abuela, mi hermano... todos. Faltó Luis Alfonso, que cumplió 40 hace unos días. No nos vimos ese día, pero hablamos por teléfono.

¿Te reconocen por la calle en París?

Yo soy muy discreta. En París vivo en el anonimato más completo y, de vez en cuando, me gusta venir aquí a hacer eventos, pero sí que intento moverme en el círculo más privado de la familia.

Es verdad que es difícil encontrarte en fotos de desfiles o fiestas como ocurría con tu madre cuando vivía contigo en París...

Mi vida allí es muy tranquila. Me gusta salir con amigos. Tampoco tengo la vida de it girl.

¿Qué has hecho durante todo este tiempo que no te hemos visto?

Acabé Derecho, hice unas prácticas, trabajé en un despacho de abogados, pero sentía que me faltaba algo y lo dejé al medio año y empecé a pintar. Llevo casi tres años, estoy vendiendo bastantes cuadros gracias al boca a boca y me dedico a ello. No pensaba hacer eso, pero ahora soy pintora, o abogada-pintora. Pintando soy muchísimo más feliz.

¿De verdad? ¿Dejaste los estudios por el arte? ¿Qué te dijo tu madre?

En un principio, se puso un poco nerviosa, pero como me ve muy feliz, es lo que más le importa. Yo siempre he pintado mucho. Incluso le vendía cuadros a los amigos de mis padres, a los 8 años, pero nunca pensé en dedicarme a eso, porque no lo considero como un trabajo. Me gusta tanto que es casi un hobby. Pero ahora es muy serio, trabajo todos los días...

¿Tiene cuadros tuyos?

Sí, claro, y desde pequeña, de antes y ahora. Es mi mayor fan. Siempre me ha apoyado en todo lo que hacía. El resto de la familia también tiene cuadros míos, regalados por supuesto.

Abstracto, conceptual, naturalista...

Con muchos colores, un poco pop art, bastante moderno. Me inspiro en la vida de las personas. Es extraño porque no soy bohemia, pinto con mucha racionalidad, tengo mis horarios, me gusta trabajar mucho, soy bastante seria...

¿Te gustaría abrir tu propia galería?

Me encantaría. El día que tenga cuadros, y no solo encargos, me encantaría abrir una galería y exponer en España.

¿Eres una artista cotizada?

(Risas) De precios no hablo. Los artistas no hablan de dinero.

¿Te sientes más española que francesa o al revés?

Depende. Cuando estoy en España me siento muy Martínez-Bordiu, pero bueno, es verdad que como nací en París, me siento muy francesa, pero cuando vengo aquí me siento española. Tengo cosas de los dos, la parte más racional de mi padre y la bohemia de mi madre. Mi madre tiene una libertad e independencia, que a lo mejor yo no tengo, porque siempre quiero hacer las cosas bien, que la gente esté contenta... y a la gente le da igual. Vive lo que quiere vivir en su momento. Tiene una fuerza de carácter que yo tengo también.

Y del amor no me has hablado...

(Risas) Muy feliz. Soy muy feliz.

Tu madre vuelve a estar enamorada... ¿Cómo la ves?

A mi madre la veo encantada, muy contenta.

¿Te vendrías a vivir a España? ¿A Madrid a lo mejor para estar cerca de ella?

No se ha planteado, pero me encantaría. Es otro ambiente, el clima, la luz... Veo a la gente más abierta y alegre.

¿En Francia vives sola? ¿Te has independizado de casa de tu padre?

Sí, claro con 29 años.

¿La has decorado tu? Tu padre te habrá echado una mano...

Sí, la decoré yo. La decoración me interesa mucho. Mi casa es de un estilo bastante moderno, pero me gusta mezclar con cosas antiguas, con cosas del Mercado de las Pulgas de París... Mi madre me ayudó mucho, porque tiene un gusto buenísimo. Y mi padre también. Es más, tuve la suerte de que me prestara cositas.