Mari Cielo Pajares también la lía en Nochevieja

Un problema técnico casi le hace quedarse sin tomar las uvas

El último día del 2016 Mari Cielo Pajares tenía una misión muy importante, presentar las campanadas en la ciudad malagueña de Marbella. Con una gran sonrisa y enfundada en un conjunto negro de falda y chaqueta de tipo domador, la hija de Andrés Pajares derrochó sensualidad y demostró ser una gran maestra de ceremonias.

A pesar de que iba con una gran ilusión, Mari Cielo no pudo evitar ser la protagonista de una de las anécdotas más curiosas del primer día del 2017.

Miles de personas se acercaron a la plaza de la ciudad para dar la bienvenida al nuevo año acompañados de Mari Cielo y bajo los toques del reloj de la Iglesia de la Encarnación, que se encargaría de marcar el ritmo de las doce uvas llegado el momento.

Antes de ello, Pajares aprovechó para subir al escenario a su madre, Conchi, y llamar en directo a su padre, el actor Andrés Pajares, que no pudo estar presente y así incluirles en el momento.

Cuando se acercaba la medianoche y parecía que todo estaba dispuesto, surgió el pánico, pues a unos segundos de la llegada del nuevo año, pero el absoluto silencio de la iglesia hizo presagiar lo peor, y es que, al parecer, nadie avisó al cura del templo de que tenía que poner en marcha el reloj para la llegada del 2017.

Finalmente, tras unos momentos de nerviosismo, el asunto se solucionó cuando el grupo musical que iba a amenizar los primeros instantes del año, el Dúo Arenal, voceó los toques para que todos pudieran tomarse las uvas y brindar con la mayor de las sonrisas.

Un percance que lejos de entristecer a los presentes les ha servido para vivir una Nochevieja diferente y con un chascarrillo para contar.