¡Qué difícil es la adolescencia! ¡Qué incomprendidos esos adolescentes que se creen que el mundo se conjura contra ellos! La princesa Leonor no parece estar exenta de esa frustración tan de la edad del pavo. Este próximo 31 de octubre cumple 13 años, la edad que marca la etapa de la adolescencia. Y, como no, una ocasión especial en la que le lloverán los regalos. Después de haber recibido el Toisón de Oro de manos de su padre en una ceremonia llena de pompa, y de haber sido protagonista recientemente de su primer acto como princesa de Asturias en su visita a Covadonga, a ver, ¿por qué sus padres se niegan a concederle ese deseo que tanto ansía de un móvil nuevo? ¡Si es princesa!
Su cabeza debe estar hecha una maraña de emociones contradictorias por la lucha que se debate en su interior entre sus anhelos y la realidad. Una realidad que, en esta ocasión, ha tomado la forma de una rotunda negativa de los reyes Felipe y Letizia a comprarle un nuevo terminal. Pero es que la princesa no les ha pedido cualquier móvil, sino un iPhone X, como ha publicado OK Diario. Ya nos podemos imaginar la tensísima escena familiar con 'morritos' de Leonor como gesto de absoluta desaprobación...
Y es que, ¡con lo que iba a fardar en el patio con el último modelo del teléfono desarrollado por Apple! Que conste que la hermana de la infanta Sofía ya tiene uno, pero quiere otro más desarrollado para las redes sociales y para poder chatear con sus amigos. Vaya, lo que cualquier mortal hace a su edad. Sin embargo, los reyes también habrían desaprobado esta actividad a su hija mayor, según cuenta el mismo medio. Felipe y Letizia estarían de acuerdo en que Leonor no tenga perfil en Instagram, Twitter y demás plataformas, pues esperan que, como futura reina, tome conciencia y aprenda a mantener todo lo referente a su vida personal e íntima lejos de curiosos. Precisamente, en este 'complejo' proceso se encuentran. Complejo y difícil pues, a ver cómo le hacen entender que ella no va a poder tener ni un iPhone X ni redes sociales, como sí tienen, por ejemplo sus primos.
El adolescente una de las cosas que más desea es encajar e imaginamos que esta decisión tan drástica de sus padres debe de haber caído como un jarro de agua fría sobre Leonor. Pero en este caso, prevalecen sus deberes como heredera al trono por encima de sus deseos (razonables y lógicos) de adolescente. Seguro que el resto de sorpresas que le deparan para ese día le ayudan a olvidar el disgusto.