Lo suyo no es el Photoshop. Es la conclusión a la que hemos llegado tras ver el lío que ha armado Cristina Tárrega en su Instagram en las últimas horas.
La colaboradora compartió una foto en sus redes durante un descanso de 'El programa del verano' en la que posaba con su compañera de programa Patricia Pardo. Pose sexy, mirada felina, fondo de camerino –un poco frío para tanta actitud ante la cámara, todo hay que decirlo–, todo parecía perfecto para provocar una auténtica lluvia de likes.
Pero la foto estaba muy lejos de ser perfecta. Y es que, como observaron muchos de sus seguidores, ¡a Cristina le falta la cadera! ¿Qué ha pasado? Un análisis más profundo de la fotografía deja al descubierto otros efectos extraños en la imagen, como que el sofá de atrás está curvado y que el respaldo se funde con el asiento. Todo rarísimo. ¿O no? Está claro que la sombra del Photoshop es alargada.
Pero el drama no ha terminado aquí. Tras la marea de críticas y comentarios de sorpresa, la colaboradora decidió eliminar la foto –una pena, ya que así la Humanidad ya pierde un trocito de su historia– y subir otra. En ella, Cristina mira atena su iPhone –siempre está al filo de la noticia–, luce tipazo, la pose es favorecedora. Parece que esta vez está todo bien. ¿Pero está bien?
Un nuevo análisis profundo de la imagen (en realidad no hace falta que sea tan profundo) hace que observemos un nuevo efecto extrañísimo: a Cristina se le ven las cejas por encima del pelo.
Definitivamente, a la colaboradora se le da mejor comentar la actualidad que el retoque fotográfico.