Visto y no visto. Hace un mes conocíamos su intención de casarse y hoy aquí tenemos a Cristina Pedroche, casada y más feliz que nunca. La presentadora y el chef David Muñoz se dieron el ‘sí, quiero’ el sábado 24 de octubre en una íntima ceremonia, tan íntima fue que hasta la celebraron en su casa.
Sin ningún tipo de alardes, un sábado por la mañana y ante sus padres, la pareja de enamorados hicieron el intercambio de alianzas (de oro negro) en el vestidor de su casa, firmaron los papeles del matrimonio con lápices de colores y todo fue relajado y sin artificios, tal y como son ellos.
Cristina y David contaron con la presencia de un notario que fue quien ofició el enlace, y entre ellos no hubo palabras públicas de afecto. Los enamorados se dedicaron a mirarse fijamente a los ojos. Se compenetran tan bien que con solo lanzarse una mirada ya saben qué está pensando el otro.
Celebraron la unión vaqueros, zapatillas y con cómodas camisetas. La novia llevó una sencilla cola de caballo y él su característica cresta. Como única joya, Cristina llevó un collar con su nombre que era de su abuela. Un gesto con mucho significado para ella, puesto que es una de las personas más importantes de su vida y quería tenerla cerca en un día tan importante para la presentadora.
El banquete de bodas, lejos de lo que pudiera parecer viniendo de un chef, fue atípico. La pareja no comió junta, sino que lo hicieron por separado, ella se marchó a casa de sus padres a degustar una ensalada y un bizcocho casero, y él se fue a su restaurante. Parece que el trabajo no entiende de bodas.
Ahora, los ya marido y mujer están en la India por negocios. Es un viaje, sí, pero no es ninguna luna de miel, puesto que esperan más adelante poder vivir una de sus aventuras en la que solo tengan que hacer una cosa: quererse.