Desgraciadamente, no es nada nuevo. Vemos a diario como rostros populares son víctimas de linchamientos en redes sociales. Insultos, acusaciones, menosprecios y boicots motivados por una fotografía, una declaración o una forma de vestir. Las mujeres, como siempre, se llevan la peor parte. Ponerse una prenda de ropa puede ser motivo más que suficiente para que cientos de personas se dediquen a acosar sin medida. Es lo que vive Cristina Pedroche y lo que se ha atrevido, una vez más, a denunciar…
Basta con echar un vistazo a las perfiles de instagram de las ‘celebrities’ para darnos cuenta de qué estamos hablando. Famosas -porque, sí, esto también se ceba con las mujeres- que reciben insultos, amenazas, menosprecios y vejaciones en forma de comentario o mensaje. Una práctica de lo más habitual y que se ejerce de una forma impune. ¿Hasta dónde vamos a llegar? Casos como el que ha denunciado Cristina Pedroche no pueden seguir pasando.
“Hoy me he puesto este vestido en ‘Zapeando’”, escribía la presentadora en su perfil de instagram. “He tenido que aguantar que en redes me digan: ‘puta zorra’, ‘putona’, ‘buscona’, ‘guarra’, ‘se pone ese vestido porque es la única forma de llamar la atención’, ‘luego va de feminista’, ‘enseña el cuerpo porque no tiene cerebro’, ‘no por enseñar carne eres mejor artista’… Estos son solo algunos ejemplos de lo que aguanto hoy y todos los días”.
“Lo siento, no me afecta, me resbala”, continuaba la presentadora. “Me seguiré poniendo lo que me salga del unicornio. Me gusta mi cuerpo y lo luzco cuando yo y solo yo quiero”. Un golpe encima de la mesa para una situación que es absolutamente intolerable. “Vivimos en una sociedad tan machista que me da pereza cada día tener que aclarar algo o defenderme. Eso sí, no lo haré solo por mí. Lo haré por el resto de mujeres y utilizaré mi posición para darles voz a todas”. ¡Bravo!
Si algo podemos sacar de aquí es que queda muchísimo por hacer. Queda mucha educación, muchos cambios, mucha evolución todavía en el camino. Vamos mejorando, conquistando derechos, revolucionando mentalidades instaladas en el pasado, pero la igualdad real entre hombres y mujeres sigue siendo un objetivo a alcanzar.