Hace unos días que la prensa noruega y en general los seguidores de la casa real del país se llevaron las manos a la cabeza cuando descubrieron que el rey Harald (87 años) y la reina Sonia (87 años) se habían ido del país durante tres semanas para un viaje privado. El monarca y su mujer, que al menos tuvieron en cuenta no irse demasiado lejos como ya pasó en 2024, se encuentran en España para disfrutar de unas merecidas vacaciones pero sus días de descanso no están exentos de controversia.
A los ciudadanos noruegos les preocupa mucho la salud de ambos representantes. Recordamos que el pasado 2024, cuando Harald y su mujer estaban en Malasia de viaje de ocio, tuvieron que repatriar al rey tras ser hospitalizado de urgencia por una infección. El padre de Hakoon fue intervenido en un primer momento para que le fuera implantado un marcapasos temporal, aparato que días después cambiaron ya en su país por uno permanente.
Pero el estado del rey no es el único que genera controversia. El pasado enero, cuando la pareja se encontraba en un viaje de fin de semana en Lillehamer, al sur de Oslo, la reina tuvo un incidente cardíaco mientras esquiaba. Tras ser diagnosticada con una fibrilación auricular (afección cardíaca que puede producir arritmias, ritmo cardíaco elevado y otros síntomas), los médicos decidieron también implantarle un marcapasos.
En medio de este panorama de salud de ambos monarcas, el pueblo noruego está totalmente conmocionado. Sin duda una crisis sin precedentes porque están mu preocupados de que les pueda ocurrir algo fuera del país. De hecho, numerosos medios han asegurado que esto es una "crisis sin precedentes" y han criticado ferozmente a la institución.
Los problemas han comenzado porque la corona noruega no ha querido confirmar el destino de Harald y Sonia. A pesar de que 'Se og Hør' ha asegurado que el matrimonio ha sido fotografiado en nuestro país, donde llevan desde el pasado 16 de marzo hasta el próximo 5 de abril, pero otros medios como 'TV2' han querido confirmarlo y lo único que han obtenido es el silencio de la casa real.
GTRES
Con Hakoon como "rey regente" mientras sus padres están ausentes, la prensa del país ha mostrado su enfado cuando ha confirmado que "el palacio no desea revelar a dónde ha viajado Harald, qué hará ni con quién porque se trata de un viaje privado".
"Debería decir dónde está. El responsable de comunicaciones del palacio, Guri Varpe, no quiere responder si están o no en España y hay que recordar cuando Harald realizó un largo viaje al extranjero a Malasia el año pasado, donde enfermó y fue hospitalizado durante las vacaciones", escriben en el citado medio. "Ha sido una muy mala decisión hacer un viaje tan largo", ha expresado enfadada Victoria Åsne Kinsella, videpresidenta de una asociación antimonárquica del país. "Que el monarca se exponga a sí mismo, a su familia y al país a un riesgo bastante grande, es algo que hay que tener en cuenta. Además es evidente que todos los obstáculos que surjan de este viaje se financian con el presupuesto estatal de Noruega", ha añadido.
La misma asociación que desea una república para el país confirma su escepticismo con el viaje. Y aunque desean que el matrimonio pueda descansar y ser feliz porque "básicamente cada uno debería poder viajar a donde quiera de forma privada y tomar decisiones en función de su situación familiar, financiera y sanitaria, apuntan y hacen hincapié en que "al tener una monarquía como forma de gobierno, estos dilemas y polémicas surgen constantemente".
"Hemos creado un sistema en el que tenemos un jefe de Estado que se acerca a los 90 años, que tiene mala salud, pero al que no se le permite tomárselo con calma ni irse de vacaciones sin que la atención de los medios se centre sobre él. Mientras tanto, el príncipe heredero Haakon asume el cargo de rey en todo menos en el nombre solo porque nació para el cargo y no porque esté calificado o preparado para el papel. ¿En qué otras situaciones aceptamos un nepotismo tan puro como este?", se pregunta Craig Aaen-Stockdale, otro de los representantes de dicha organización que desea eliminar a la institución del gobierno.
"El palacio debería decir exactamente a dónde va porque no solo crea especulación sino que mucha gente se preocupa innecesariamente. Es insostenible que tengamos un sistema en el que las vacaciones privadas y las enfermedades de alguien deben hacerse públicas de por vida. Siendo jefe de Estado vitalicio y sin querer abdicar, estos días de descanso nos generan consecuencias económicas, políticas y sociales para todo el país", critica.