Cósima Rodríguez, a sus 27, años demuestra la misma libertad que le ha inculcado su madre, Ágatha Ruiz de la Prada, a la hora de hablar, vestirse y comportarse. Es una joven que no se muerde la lengua a la hora de opinar sobre el divorcio de sus padres, su educación en una de las familias más influyentes del país o de la sexualidad, que entiende como algo cambiante y sin etiquetas, lo que le hace preguntarse que “con lo difícil que es encontrar pareja, ¿por qué limitarse a una sola sexualidad?”.
La licenciada en Historia habla con Vanity Fair acerca de lo atrasadísima que ve a España en cuestiones de libertad sexual. “En España son muy cotillas y muy reprimidos, me parece cruel, patético y retrógrado que te juzguen por tu sexualidad”, algo que ella considera “incontrolable y aleatorio”.
En el número de este mes de la revista, la hija menor de Ágatha y Pedro J. aclara que la vez que más comprendida se sintió con una pareja fue cuando salió con una chica, aunque cree que también podría haberse enamorado de un hombre y que hubiese resultado “maravilloso”.
La joven, que se encarga del lado más internacional de la marca de su madre, considera que su padre “necesita que le eche un par de broncas” tras el sonado divorcio que a ella la cogió “por sorpresa”; y también le asombra el revuelo que suscitó, “con todas las cosas interesantes y revolucionarias que han hecho mis padres, me temo que esta es una de las menos extraordinarias”, sentencia en la revista.