En el arranque del confinamiento obligatorio para hacer frente a la pandemia de coronavirus, Lydia Lozano ha dado una lección de actitud. El aislamiento recomendado desde el estado de alarma decretado por el Gobierno desde este viernes no es fácil y las redes sociales se han convertido en el mejor medio desde el que reconfortar y compartir experiencias, ayuda e ideas para superar esta situación sin peligro a exponerse.
La periodista de 'Sálvame' fue una de las primeras en tener que encerrarse en casa por prevención al mostrar síntomas relacionados con el virus. "Estoy que me subo por la paredes", advertía por videollamada después de pocos días de encierro. Ahora, transcurrido el fin de semana, ha confirmado su mejoría, y ha compartido la ventajas que le ha traído esta situación excepcional. Y es que no hay mal que por bien no venga.
Cansada, con mal aspecto (si tenemos en cuenta lo perfecta que aparece en el plató de 'Sálvame') y encerrada en casa. Lydia Lozano hacía una crónica algo derrotista del periplo médico que había vivido después de comenzar a presentar "mucosidad y mucha tos" justo después de haber tenido que ir al hospital con su madre. Por recomendación de los facultativos y, sobre todo por responsabilidad, la tertuliana decidía quedarse en casa. No se encontraba bien y se declaraba "de los nervios", pues no le habían llegado a hacer las pruebas y no sabía si estaba afectada por el coronavirus. Lo que sí sabía es que no estaba al 100%.
Solo ha pasado un fin de semana para volver a verla en directo (a través de videoconferencia), pero como una rosa. Lydia, sonriente, resplandecía y aseguraba a sus compañeros en plató: "Estoy muchísimo mejor". Su manera de ver el aislamiento ha cambiado 180 grados, y ha sido gracias al apoyo de los médicos y de las personas de su entorno, que le han ayudado a mantener una actitud positiva en la adversidad. "Desde la seguridad social me están ayudando mucho y estamos siguiendo un protocolo, he tomado todos los días el paracetamol y mis antihistamínicos, y me encuentro mejor", continuaba.
Lydia se reconoce "hiperactiva", "que mi madre decía que a mí no me va a pillar un terremoto en casa porque nunca estoy", admitía, pero ha acabado confesando que "lo estoy llevando bastante bien". No solo esta situación excepcional la ha permitido volver a "conectar" con gente a la que hacía tiempo que no veía y con la que no hablaba, sino que, para su sorpresa está solucionando un problema que hace bastante que la incordia. "Estoy curando el insominio", decía feliz y más relajada. "Al no tener una hora a la que levantarme pues estoy más tranquila y duermo mucho más", contaba a Jorge Javier Vázquez.
Su estado de euforia se ha trasladado también a los planes que está preparando para cuando se acabe la cuarentena. Y, como todos sabemos, el segundo apellido de Lydia es "Fiesta". "Yo ya estoy pensando en el fiestón, porque voy a celebrarlo todo para que nos podamos besar y abrazar todos. Nada de guantes ni de mascarillas. Será al aire libre y con muy buena hidratación", ha afirmado arrancando la carcajadas de sus compañeros.