Al mal tiempo, buena cara, dice el refrán. Y eso es lo que intenta todo el mundo en esta obligada cuarentena, que, por cierto, se alargará 15 días más, según anunció hoy el presidente del Gobierno. Y eso piensa también Anabel Pantoja, a quien el confinamiento le ha pillado en Grancanaria, donde reside su novio, Omar Sánchez, y a donde Anabel tenía previsto mudarse definitivamente un día de estos.
Y pese a que ha tenido que posponer su boda por el coronavirus, Anabel no ha perdido la sonrisa y, como cualquier hijo de vecino, se ha buscado rutinas y ocupaciones para manternerse activa mientras dure el encierro. Tanto Omar como Anabel son dos fanáticos del deporte –Omar, no lo olvidemos, es windsurfista profesional– y cada día hacen su rutina de entrenamientos para ponerse en forma.
Ayer por la tarde, además, se dedicaron a escuchar música, a sentirla y a bailarla. Primero fue el concierto que Manuel Carrasco ofreció desde su casa. Anabel es una auténtica fan del onubense, así que no se perdió el Instagram Live y estuvo cantando todas sus canciones.
Claro que la cosa no acabó ahí. Omar decidió disfrazarse de... algo parecido a Minnie Mouse y estuvo bailando reguetón sobre el sofá. Para divertirse y hacer más llevadera la cuarentena todo vale. Y, claro, Anabel no pudo más que inmortalizar el momento. (Parece que un poquito de vino ayudó en esta 'performance').
Y para rematar la tarde, nada como un concierto de la tita Isabel. Omar se sentó delante de la tele, mientras Anabel se tumbó en el sofá, tapada con una mantita. Omar disfrutó de las canciones de su futura tía política y estuvo cantando y acompañado con los brazos las canciones más conocidas de Isabel.
La música es uno de los recursos más utilizados por todos en este confiniamiento forzoso, tanto para mayores como para chiquillos, tal y como nos recordaba ayer Sara Carbonero.