Los perros de Isabel II se han quedado 'huérfanos'. La muerte de la reina Isabel ha dejado a sus cinco canes sin la persona que se ocupaba personalmente de ellos. Cada día a las cinco de la tarde, la reina Isabel les servía la cena, un filete y pollo, que preparaba su personal de servicio y que luego ella regaba con un poco de salsa. Fue tanto el amor que Isabel II tuvo con sus perros que se llegó a decir que, entre los seres vivos que la rodeaban, solo se fiaba de ellos.
A su muerte, la reina tenía cinco perros, entre ellos dos corgis llamados Muick y Sandy, un dorgi, cruce de corgi y dachshund, llamado Candy y dos cocker spaniel. La raza dorgi surgió cuando uno de los corgis de la reina se cruzó con el dachshund de la princesa Margarita, su hermana. Pero a lo largo de su vida, han sido 30 los corgis que ha tenido Isabel II, desde que con 18 años su padre, el entonces rey Jorge VI, le regalara el primero de ellos, una perrita llamada Susan. Todos los corgis que Isabel II tuvo después descienden de ella, hasta 2018, en que decidió acabar con la crianza de los perros, pues no quería que ningún ejemplar la sobreviviera a ella. Willow fue el último corgi de 'sangre real' que falleció ese año, en 2018, sumiendo a la soberana en un profundo dolor.
Desde que tenía 18 años, Isabel se convirtió en una fanática de los corgis, después de que su padre le regalara un cachorrito llamado Susan.
A los animalistas les preocupa ahora quién se ocupará de los perros de la reina. "Imagino que serán cuidados por la familia, probablemente por el príncipe Andrés, ya que es él quien se los regaló", afirma la periodista Penny Junor a Newsweek. Claro que eso no es tan fácil, ya que todos los familiares ya tienen perros en sus hogares.
Efectivamente, uno de los más firmes candidatos a quedarse con los canes es el príncipe Andrés, quien decidió regalar a su madre dos cachorros, el corgi Muick y el dorgi Fergus, poco antes de la muerte del príncipe Felipe de Edimburgo. Fergus murió enseguida, así que Andrés le regaló otro corgi llamado Sandy. Es muy posible que Muick y Sandy se queden a cargo del duque de York.
Carlos y Camilla tienen dos jack terrier, mientras que Guillermo y Kate tienen un cocker spaniel llamado Orla. Quizá las hijas del príncipe Andrés, o alguno de los otros nietos mayores de Isabel II se queden con los tres restantes.