El pasado domingo 22 de abril ‘MasterChef’ daba el pistoletazo de salida a la sexta edición del concurso, empezando con una gala casting en la que a través de una prueba de cocina, los 30 aspirantes lo dieron todo para hacerse con uno de los 15 delantales que les supondría la entrada al programa. Entre estos destacó un joven estudiante de periodismo llamado Jorge, pero no precisamente por su destreza con los fogones.
Todo empezaba cuando al joven, antes de empezar su prueba, le preguntaban qué le traía a las cocinas de MasterChef. Él respondía que quería “montar un catering de cocina tradicional pero con toques modernos”. Samantha Vallejo-Nájera, miembro del jurado, se mostraba interesada por él y le preguntaba si era ella su juez favorita. La respuesta dejaba a los presentes boquiabiertos: “A ver, me gustáis los tres pero me preguntaron qué pensaba de Samantha y dije que la que menos me gustaba era ella, es un poco como un huevo sin sal. Se queda en tierra de nadie". Ella respondía amenazante: “Estoy deseando ver tu plato”.
Mientras se ejecutaba la prueba, el aspirante se ponía a cantar mientras cocinaba, algo que a la juez le parecía inapropiado por poder estar molestando a sus compañeros. Él, lejos de amedrentarse, seguía con el rifirrafe y le espetaba un “Así no se puede cocinar. Lo que tú digas Samantha. Luego si me preguntan que por qué es la menos mejor…”. Después se quejaba ante las cámaras: "No entiendo por qué no me dejan hacer una cosa que realmente no molesta a nadie".
A la hora de valorar, la Vallejo-Nájera quería ser la primera en probar el plato del concursante, alegando irónicamente que “le hacía mucha ilusión”. “No me mires así que me matas, te lo prometo”, le suplicaba el joven tras la degustación.
Pese a todo, Samantha finalmente le decía que, aunque su plato no era nada del otro mundo, tenía muchas ganas de verle MasterChef. Jordi Cruz no era tan benevolente: "Es posible que hayas perdido tu oportunidad, no por tus manos, sino por tu boca. No te voy a dar un sí por respeto a mi compañera Samantha”.
Finalmente la decisión quedaba en manos de Pepe Rodríguez que tras hacer sufrir unas horas a Jorge sin darle el veredicto, acababa por dejarle entrar en el concurso. Jorge se desplomaba en el suelo llorando de la emoción con la noticia pero ahora, como le ha dicho Samantha, tiene mucho trabajo por delante: "Te voy a decir una cosa. Quiero ver un cambio radical en tu comportamiento y en tu manera de tratarnos”.