El caso de Daniel Sancho (29 años) está avanzando hacia su resolución. La policía ya entregó el informe del caso y la Fiscalía redactó el suyo que entregó al Tribunal de Koh Samui. El pasado 26 de octubre era el día en que el juez debía leerle los cargos definitivos por los que se le acusa. No obstante, una decisión, in extremis, del hijo de Rodolfo Sancho (48 años) provocaba que se tuviera que aplazar la vista hasta el próximo 13 de noviembre. Unos días de tiempo extra en los que su defensa puede acabar de construir su estrategia definitiva. Poco después, salía a la luz que tenía un nuevo abogado tailandés, Grit Sudthanom, pero que se negaba a reunirse con él y también la exigencia que no había pedido y ahora reclamaba.
Todos estos momentos revelan algo clave: el complicado carácter de Daniel que ha empezado a relucir en su tiempo en prisión. Una actitud que no sabemos si es habitual en él, pero que sí marca una diferencia respecto a los inicios de este mediático caso. Cuando salió a la luz el terrible asesinato de Edwin Arrieta (44 años), se supo que Sancho se había mostrado colaborativo con la policía. No obstante, a medida que han pasado los meses, hemos conocido algunos momentos que demuestran que su actitud habría versado hacia derroteros más tensos.
Una de las más evidentes ese cambio de decisión a última hora sobre no declarar ante el tribunal sin un traductor español simultáneo. Una exigencia que no hizo nunca antes y que ahora reclama. De hecho, cuando se preparó esta comparecencia, se habló con el joven sobre qué preferiría. “No había traductores al español disponibles en ese momento, se preguntó a Daniel Sancho si aceptaba un traductor inglés, él aceptó y nunca exigió uno al español”, contaron entonces. Por eso, su nueva solicitud ha sorprendido a los implicados y ha demostrado que el carácter de Daniel, con la intención de proteger sus intereses, va saliendo cada vez más a menudo.
También, otra situación que demuestra este complicado carácter es su negativa a ver a su nuevo abogado. Tras la renuncia de Khun Anan, Daniel debía encontrar un nuevo letrado tailandés para poder defenderse en su juicio, ya que la ley del país asiático obliga a que sea un abogado patrio el que lleve el caso ante el tribunal. Es por eso que se le atribuyó un nuevo letrado de oficio, Grit Sudthanom. Sin embargo, tal como explicó el propio Grit en 'En boca de todos', Daniel habría tomado la sorprendente decisión de rechazarlo.
"Puedo ir a verle a la cárcel en cualquier momento, pero él por ahora no quiere, no sé si es una estrategia de su abogado español", contaba Sudthanom. Una elección que no está poniendo fácil el trabajo del letrado. Además, tampoco ofrece una explicación, ya que como afirma el abogado tailandés "Daniel se mantiene en silencio y tranquilo".
Daniel, enfadado por la filtración de su nueva imagen en prisión
Y no se queda ahí. La actitud más tensa del hijo de Silvia Bronchalo (48 años) ya se pudo ver cuando salió a la luz su imagen actual. Fue el programa 'Tarde AR' el que mostraba esta primera fotografía del joven mientras se encuentra interno en la cárcel de Koh Samui. A pesar de mantener su tono físico, se puede apreciar la desmejora en la apariencia de Daniel. Más delgado, con el pelo rapado y con las uñas mordidas, el joven hablaba con un funcionario de la prisión, antes de inclinarse sobre el ordenador. Era entonces cuando aparecía frente al foco de la cámara y podíamos verle.
Al margen de su radical cambio de aspecto, llamó la atención otra cuestión. Daniel se mostraba enfadado. Con el ceño fruncido, el nieto de Sancho Gracia gesticulaba con determinación hacia el funcionario de la prisión y miraba de un lado a otro de la pantalla, muy serio. "Estamos acostumbrados a un Sancho presumido. Un chaval guapete. Está musculado, melena larga, rubio. Su bien más preciado lo ha perdido. Es algo que ha afectado a su estatus psicológico porque verse de esa manera por imposición es duro", explicó el reportero del programa de Telecinco.
El último plan de Daniel Sancho antes del asesinato de Edwin Arrieta
A estas alturas, todos conocemos qué hizo Daniel antes y después del asesinato de Edwin. O al menos eso pensábamos. Sabíamos que viajó a Tailandia unos días antes que el cirujano estético y que compró varios materiales que, según el informe de la policía tailandesa, se habrían utilizado en el crimen. Sin embargo, las redes han descubierto el último plan que realizó Daniel antes de la llegada de Arrieta y de los hechos por los que ahora se le juzgan.
Al parecer, el hijo de Silvia Bronchalo quiso acudir, el 31 de julio, a una velada de Muay Thai, donde dos luchadores mostraban su talento en este arte marcial. Fueron las cámaras del evento las que captaron al joven chef entre las gradas de los asistentes. Solo, con camisa blanca y aún con su larga melena, Daniel mira el combate de uno de sus deportes favoritos. De hecho, lo practicaba en Madrid.
En las imágenes, se ve como Daniel mira atentamente cada gesto y paso de los combatientes. Se apoya en su rodilla e inclina la cabeza para no perderse ningún gesto. En varios momentos aplaude e incluso parece comentar algo con otro asistente al combate. Es entonces cuando saca el móvil para grabar la pelea, algo que repite a lo largo del combate.