Si hubo una persona de la que se habló largo y tendido este fin de semana ha sido de Carlo Costanzia (31 años), el hijo mayor de Mar Flores (54 años). El joven era el absoluto protagonista del programa ‘¡De Viernes!’, donde confesaba ante las cámaras la dura infancia que tuvo que vivir, en la que debió hacer frente al bullying en el colegio por parte de sus compañeros y veía muy poco a sus padres, lo que le llevó a meterse en el mundo de las drogas desde muy joven. Ahora, todavía con algún que otro problema con la justicia pendiente, el joven también ha hablado sobre su dura situación económica actual.
La situación económica de Carlo Costanzia
Tal y como el propio Carlo confesaba ante las cámaras del programa de Santi Acosta y Beatriz Archidona, "en estos últimos dos años he tenido muchos problemas y situaciones en las que me podría haber vuelto a refugiar en las drogas. No lo he hecho”, afirmaba. Además, sobre qué sustento tiene y cómo pasa sus días, Carlo también confesó que él “ahora mismo vivo de un trabajo normal. Llego a malas penas a final de mes. Vivo en un barrio obrero donde puedo permitirme pagar un alquiler bajo, contando los céntimos llegó a malas penas a final de mes. Esa es mi realidad. La gente cree que mi padre es conde y yo salgo de un castillo y no es así”.
Unas duras palabras que vienen de alguien que, de primeras, mucha gente consideraría un privilegiado por haber nacido en la familia donde se crio. Pero nada más lejos de la realidad, y es que Carlo se mantiene como muchos otros jóvenes del país y no vive del dinero de sus padres.
La dura infancia de Carlo Costanzia
En esta entrevista, el actor afirmó que su dura historia comenzó con el divorcio de sus padres, teniendo que vivir sus primeros años de vida sometido a la presión de ser hijo de alguien tan famoso como Mar Flores. “Mi infancia fue difícil, no fue feliz. Una infancia bajo el foco de la separación de mis padres, tan mediática y tan dramática. Eso a mí me lleva a vivir una vida un poco peculiar”.
Además, el acoso escolar que sufrió le provocó que acabase tomando antidepresivos a una edad muy temprana. Esto fue su primer contacto con el mundo de las drogas, en el que acabó cayendo muy joven. “Con diez años tengo el primer contacto con el consumo y el consumo diario empieza con doce o trece años. Al principio es un acto de rebeldía, pero luego es un oasis personal. Me mandan a Suiza, a un colegio interno, lo siento como un abandono. Al final mi padre termina sacándome y es cuando decido irme con él a Italia”, confiesa.
Su situación actual
Tras volver a España con 25 años, Carlo ha tenido diferentes problemas con la justicia por conducir bebido, pero el peor momento llegó el año pasado, cuando fue condenado a 21 meses de prisión por una estafa relacionada con la venta de coches de lujo. Esto ha hecho que acabe llevando una pulsera telemática que le impide abandonar la capital española, una situación de la que se arrepiente y que quiere cambiar.
“Tengo que afrontar una realidad que me quedan todavía 15 meses así. Lo que más me duele es no poder viajar a Italia y ver a mi abuela, que ya es muy mayor. No sé si cuando termine esto, estará viva. Por primera vez en la vida estaba teniendo todo controlado: estaba sanando mis demonios y he tenido que aprender a vivir otra vez".