Formar parte del ‘squad’, el grupito, para que nos entandamos, de Dulceida garantiza una tremenda rentabilidad online. Su popularidad ‘salpica’ a la de sus amigos, disparando el caché de estos. Más alcance, más seguidores, más interés de las marcas; así funciona el asunto. Y, desde hace unos meses, Laura Matamoros es una de esas elegidas que ahora habita en el ‘Olimpo’ de los influencers, el #dulcesquad.
Acuden a photocalls juntas, van a los mismos viajes, la una apoya los trabajos de la otra… son las nuevas mejores amigas y esa complicidad se aprecia hasta en los vídeos que suben. Pero, ¿cómo se ha cocinado esta amistad? ¿cómo pasaron del ‘like’ en Instagram a posar ante la prensa de la mano? Quizás el inicio hay que buscarlo cuando Laura, a su salida de GH VIP, empezó a hacer sus primeros trabajos como ‘influencer’. Necesitaba fotos de calidad y contó para ello con Albert Mullor, que fue, durante años, el fotógrafo de cabecera del blog de Domenech. Él las unió y la introdujo en el grupo. El experto en fotografía, igual que Gerard Estadella (también de la ‘troupe’), amplió competencias y también pasó a ser prescriptor de estilo de vida.
La confirmación definitiva de que Laura era ‘una más’ del clan llegó con su fichaje por parte de la agencia que Dulceida y su madre, Anna Pascual, crearon para representar a perfiles con fuerte presencia en las redes. La carrera de Matamoros pasó de este modo de estar orientada por Susana Uribarri, con una gran trayectoria dirigiendo carreras de famosos al uso como Ana Obregón pero con poca experiencia con las nuevas e-celebrities, a hacerlo por In Management. En la web de la compañía vemos el trazado que hacen del perfil de la concursante de dos realities: público objetivo de jóvenes de entre 25 a 34 años, de España y un 75% mujeres. Sus publicaciones tienen un alcance de más de 5.000.000 de impresiones a la semana. Un dato buenísimo, teniendo en cuenta que Alba, mujer de Aida y también ¡ representada por la misma agencia, llega a los 7 millones. Aunque la auténtica joya de la corona es, cómo no, la propia Dulceida, con 43 millones de impresiones.
Laura parece encantada con la dirección que está teniendo su carrera. Las colaboraciones con firmas en sus perfiles online son numerosas y, además, a diferencia del resto de compañeros de agencia, tiene otros canales para ser conocida: la televisión y medios tradicionales impresos, como las revistas. No hay rivalidad entre ellas, más bien todo lo contrario. Las dos han creado sinergias que apoyan los trabajos de la otra y que les dan visibilidad. Donde otros verían el miedo que a veces provoca la competencia, ellas descubren la manera de crecer de manera conjunta. ¿Han dado un ejemplo de sororidad mientras el resto las siguen tachando de frívolas? Así se hace.