‘Montoya, por favor’ son las tres palabras del momento. Montoya y Sandra Barneda han inundado internet, no queda nadie en España que no haya visto la carrera por la playa del joven mientras Sandra intentaba que regresara junto a ella.
Una situación que ha traspasado fronteras, pues ya superan la centena las marchas y personas reconocidas que se han hecho eco de manera pública y han ido haciendo crecer un video que es lo más viral del momento. Y que mientras para todos esto supone una gracia pasajera, al propio Montoya, participante de ‘La isla de las tentaciones’, puede cambiarle la vida.
El ejemplo que no debe seguir Montoya
Por ello, desde la revista Lecturas, nos hemos puesto en contacto con Laura G. Arias, experta en marketing y marca personal. El objetivo es conocer cómo va a afectarle a él todo lo ocurrido, si le va a beneficiar o a perjudicar y en caso de que tomase la decisión de poner acción para que todo esto terminase siendo una oportunidad de darse a conocer, cuál es la mejor manera de hacerlo.
“Montoya tiene ahora mismo un tren delante que no pasa dos veces. Su cara está en todas partes, las redes lo han convertido en el personaje del momento y hasta Whoopi Goldberg se ha quedado sin palabras viendo su carrera en busca de Anita. La pregunta no es si es viral, porque es evidente que lo es. La pregunta es: ¿qué va a hacer con ello?”, comienza la experta.
“El tirón de internet es rápido, pero también se olvida rápido. Que se lo digan a Christofer, que con su ¡Estefanía! Fue el rey de los memes, pero nunca tomó las riendas de su historia y acabó siendo solo una anécdota que internet recicló hasta el agotamiento. Montoya está justo en ese punto: o deja que lo reduzcan al tío que corrió por la playa, o usa este momento para armarse un nombre con futuro” continúa.
Sus primeros contratos publicitarios
Y no parece que esta última vaya a ser la opción de Montoya, sobre todo, si tenemos en cuenta que hace solo una semana que se emitió el programa donde tuvo lugar la famosa carrera y ya le ha contactado Ibai Llanos para grabar un video juntos, y ha rodado un anuncio con Burguer King, haciendo alusión a lo ocurrido como base del mismo.
“Si no quiere que su nombre se diluya cuando pase la fiebre, tiene que moverse ya. Decidir en qué dirección va su imagen, empezar a generar contenido propio y transformar ese instante de locura en una marca personal con recorrido” explica, por lo que parece que el andaluz va en la dirección adecuada.
“Su comunidad ya está activa y enganchada a su historia. El reto es hacer que sigan ahí cuando el boom de la viralidad baje. Para eso, necesita definir qué tipo de contenido quiere ofrecer y cómo quiere que lo vean más allá del reality. No puede quedarse solo con la inercia del momento” dice Laura, lo que hace entrever que quizá para él sería conveniente que un equipo experto en el sector le asesorase acerca de qué pasos seguir de aquí en adelante.
Montoya debe decidir entre dos opciones
“Otra jugada interesante sería buscar colaboraciones con marcas que encajen con su perfil y poco a poco moldear cómo lo percibe la gente. Si apuesta por contenido con buen storytelling y lo mezcla con una estrategia de branding bien planteada, puede hacer que esta locura sea solo el principio de algo mucho más grande”, comenta.
“Ahora mismo está en la cresta de la ola y las productoras de televisión también lo están viendo. Seguro que ya están contactándolo para futuros realities. Este es su siguiente gran cruce de caminos. Si acepta, tiene dos opciones: usar un nuevo reality como trampolín para reforzar su imagen y enseñarse al público de una forma distinta, sin que lo sigan encasillando como ‘el chico que corrió por la playa’. O pasar de ese mundo y construir su marca por su cuenta, apostando por su propio contenido”, analiza, haciendo patente que Montoya, mientras corre, tiene mucho en qué pensar.
Una última advertencia para Motoya
“El tema es que esto ya ha dado el salto a la categoría de meme. Ibai Llanos lo ha convertido en una referencia y ahora todo el mundo quiere recrear su carrera. Genial, pero si Montoya no toma el control, pasará de ser el protagonista del momento a ser solo un recuerdo pasajero de internet. Si quiere que esto dure y que su nombre no sea solo una moda de Twitter, tiene que tomar decisiones estratégicas. Reality sí, pero con cabeza. Porque la diferencia entre ser una anécdota de internet y alguien con recorrido está en cómo juegue sus cartas ahora mismo” concluye la experta. ¿Oportunidad o anécdota? Ahí está la diferencia.