La primera persona a la que Daniel Sancho (28 años) llamó por teléfono cuando la policía tailandesa le dio permiso después de que saliera a la luz el delito, fue a su padre, Rodolfo Sancho (48 años), prueba de que es la persona en la que Daniel más confía. Padre e hijo están muy unidos, aunque Daniel hace unos cuantos años ya lleva una vida totalmente independiente. El hijo del actor es chef y trabaja en la empresa de catering La Boheme y, además, tiene una hamburguesería en el madrileño barrio de Malasaña, el Buggy.
Rodolfo, muy orgulloso de su hijo
Rodolfo Sancho está muy orgulloso del camino profesional, totalmente alejado de los focos, que decidió emprender su hijo mayor, nacido fruto de un amor de adolescencia con la entonces aspirante a actriz Silvia Bronchalo. El embarazo de Silvia, cuando ambos tenían solo 18 años, hizo sentar la cabeza a Rodolfo Sancho, tras escuchar las sabias palabras de su padre, el grandísimo actor Sancho Gracia. "Querido Rodolfo, en la vida hay que asumir responsabilidades. La criatura no tiene culpa de nada, así que a trabajar y a cuidar del niño". Y así fue. Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo se volcaron en el bebé y su relación duró algo más de diez años.
Con el tiempo, Daniel eligió irse a vivir con su padre y con la nueva pareja de este, la actriz Xenia Tostado (41 años). "Tanto su madre como yo estamos muy orgullosos de Daniel, él no quiere saber nada del cine ni de la televisión. Los tres nos llevamos muy bien", afirmó Rodolfo Sancho hace un tiempo. Hace tan solo un par de semanas y estando el actor de promoción de su última película, volvió a hablar de Daniel.
La desolación de Rodolfo por la situación de su hijo
No solo Rodolfo habla con orgullo de su hijo, también Daniel se muestra muy agradecido por la relación que tiene con su famoso padre. Junto a una imagen de 2018 tomada en la isla Koh Tao, el joven Daniel agradece a su padre la vida que le ha dado: "Gracias por enseñarme a vivir, Papá".
La detención de Daniel Sancho en Tailandia, acusado de haber asesinado y desmembrado el cuerpo del cirujano colombiano Edwin Arrieta (44 años), ha dejado totalmente desolado a Rodolfo Sancho, quien inmediatamente voló hacia el país asiático para estar al lado de su hijo y ayudarlo a salir de la complicada situación en la que se ha visto envuelto. Una condena por asesinato puede suponer en Tailandia la cadena perpetua e, incluso, con la pena de muerte.