Christian Gálvez: "¿Cómo puedo sentirme más completo aún? Siendo papá"

Cristian gálvez

Llegó al programa con una ventaja: hablaba muy rápido, pero dice que volviendo a ver el cásting, el mérito estuvo en quién vio en él que era capaz de hacerlo. Y lo hizo. Vamos, lleva hechos 2000 programas. Más de siete años leyendo definiciones a mil por hora en tan solo 120 segundos. Cristian Gálvez confiesa que, por darle, 'Pasapalabra' le ha dado hasta un matrimonio. El espacio de las tardes de Telecinco está de celebración y para conmemorarlo por todo lo alto durante toda la semana próxima los duelos serán un escándalo: los diez magníficos se retaran por una vuelta al mundo. Sí. Diez de los mejores concursantes que han pasado por el rosco infernal se batirán por conseguir ese viaje que recuerda a Willy Fogg. Cristian, como no, servirá de maestro de ceremonias otra vez y quizás no participe porque como renacentista que es, se lo sabe todo desde Copernico a Leonardo da Vinci y tiene la serenidad de esos genios. Sólo le falta una cosa para estar aún más completo: “Ser papa”.

2000 programas. Ahí es nada. ¿Cómo lo vas a celebrar? Y me refiero a lo personal…

(risas) Claro que lo voy a celebrar, ahora ¿cómo? eso sí que no te lo puedo contar (risas). Vamos a hacer una fiesta. En los tiempos que corren 2.000 programas es una bendición.

¿Qué ha sido para ti 'Pasapalabra'?

Siete años de mi vida. Empecé en julio de 2007 y cuando a uno le dicen de repente que va a ser elegido para conducir esto, es mucho… Siempre he tenido que demostrar que estoy a la altura de un programa que antes se había hecho con maestría y cuando me dijeron que iba a ser yo quien finalmente lo presentara, yo lo único que quería hacer era uno. Mi reto era ese, el primer programa, decir: 'Buenas tardes, bienvenidos a 'Pasapalabra''. Ese momento para mí era espectacular. Después, cuando todo fue bien, me planteaba los 100 programas. Luego los 500. Después dije: 'Quiero 777', que es mi numero favorito y cuando uno llega a 2.000 es indescriptible la emoción. Es posible que haya otro tipo de televisión.

¿Cómo se llega a los 2.000 programas con la misma frescura?

Soy feliz con lo que hago. Dentro y fuera de la tele. Creo que los valores que uno tiene para alcanzar el éxito son gratuitos: la curiosidad, la observación, la perseverancia, el sacrificio y la pasión, y cuando uno hace las cosas con pasión, todo es posible. A veces me preguntan su no me canso haciendo siempre lo mismo. ¿Perdona? ¿Cansarme? Primero, no estamos en situación de poder decir “me he cansado”. Yo firmo otros siete años más si hace falta. Y segundo, es que me apasiona lo que hago. Encuentro mil excusas para decir que estoy contento.

¿Qué le debes a 'Pasapalabra'?

Casi todo.

Hasta un matrimonio…

(risas) Le debo estabilidad, prestigio, maestria, profesionalidad, aprendizaje… y sí, hasta un matrimonio. Termino diciendo antes lo que no le debo.

¿Te acuerdas del primer día? ¿Te has vuelto a ver?

Sí y el casting también lo he visto. Horrible (risas). Me miro y no sé quien era (risas).

¿Tanto has cambiado?

Es que cuando decido dejar 'Caiga quien Caiga', estaba estudiando otra oferta pero me dijeron que estaban los castings para 'Pasapalabra' y lo hice… Y la verdad, el mérito estuvo en quien me hizo el casting. Yo ni me reconozco. Venía de 'Caiga' y era otro. Ahora he cambiado mogollón. Me he vuelto una persona más profesional, más seria, más pudorosa. Pero estoy muy contento con el cambio. Antes era capaz de cualquier cosa, ahora me da más pudor según qué cosas.

Por cierto ¿quién te gustaría que se llevara la vuelta al mundo?

Todos tiene posibilidad de llevárselo. Pero… ¿el presentador?

Algunos de los concursantes dicen que les gustaría verte en su pellejo…

Y yo a ellos leyendo definiciones en 120 segundos (risas).

¿Tuviste que prepararte de alguna forma en especial?

Yo hablaba muy rápido pero no se me entendía. Ya tenía la velocidad pero no la dicción suficiente y lo que hice fue hacer roscos con un boli en la boca…. Aún hoy se me va la dicción pero pongo énfasis en las palabras principales de la frase y listo.

¿Y ahora? 2.000 programas hechos, carrera consolidad… ¿cómo te sientes?

Me siento completo. Podría pedir muchas más cosas pero estoy feliz con lo que hago.

¿Nada te falta?

(risas) Ya sé por dónde vas. Si que me falta algo. Ahora me siento completo, ¿cómo puedo sentirme más completo aún? Siendo papá. Pero es imposible al menos por el momento. Es más imposible que la última vez que hablamos tú y yo.

Almudena Cid (su mujer) se ha negado en rotundo…

Que vá. Almudena siempre ha querido ser madre. No es por falta de ganas si no de encontrar el momento adecuado… Que a lo mejor ese momento llegará independientemente de lo que tengamos entre manos. Y no tenemos nada de tiempo.

Vaya…

Almu por fin va a cumplir su proyecto de perseverancia por el que se ha sacrificado estos años que es trabajar como actriz , además, a finales de este mes saldrán publicados sus cuentos infantiles. Yo estoy con la promo de mi primera novela, escribiendo la segunda y con más cuentos infantiles.

¿Otra novela? ¿Sobre qué?

Es la segunda de una trilogía. No es como 'Juego de tronos', no le voy a hacer la putadilla a nadie. Pensé en contar la vida de tres genios del Renacimiento que merecían ser contadas de nuevo. La primera fue Leonardo, la segunda es Miguel Ángel.

Y también sales en un vídeojuego, ¿no?

Si, sobre Napoleón… Y mira que yo soy de Móstoles y nos levantamos en armas contra los franceses… Era un poco napoleófobo, pero es un videojuego muy chulo. Con los elementos de 'Pasapalabra': cultura y entretenimiento.

Y lo de actor, ¿ya lo tenemos olvidado?

Ya me quité la espinita. Y cuando veo a mi mujer sacrificarse tanto para ser actriz, que invierte dos meses para preparar un casting, cada vez me doy más cuenta de que yo no podría hacer ese sacrificio. Es verdad que he dedicado cinco años para escribir mi novela pero esa capacidad de sacrificio me resulta ímprobo. Yo soy de los que se sientan en su silla sin haberse leído el guión y puede presentar. Mi capacidad es esa y actuando he visto que mi talento es bastante limitadito. Ahora, si me dijeran que tengo que interpretar a Leonardo, díría sí, aunque la cagase.

Pero a los documentales no haces ascos…

(risas) Sí, he rodado un documental en Italia y en Francia sobre Da Vinci.

No paras…

Y Almudena es comprensiva porque ella se va a la cama a las 12 y es a partir de esa hora cuando me pongo a escribir. Es cuando la cabeza me va a mil.

¿Y no ves la tele un ratito?

Veo 'El Príncipe'. A Álex González que… Jo, me enamoraría de él mañana. De Hiba Abouk, también, pero Álex es mi debilidad. Y también me estoy aficionando al cine nacional. 'Kamikaze' me pareció un peliculón.

¿Y deporte?

He vuelto a hacer deporte. Me operé la espalda hace dos años y estuve uno y medio sin hacer nada con lo que el cuerpo se me vino abajo después del 'reto Men's Health'. Menos mal que Almudena se enamoró de mi cerebro y no de otro cosa, con lo que es más digna de compasión…

Cristian, ¿toparte con 'Pasapalabra' ha sido una suerte en tu vida?

Yo no creo en la suerte. Creo en el trabajo. La suerte es si te toca la lotería y no tienes un billete. Un milagro. Pero si lo has echado es estadística o probabilidad. ¿Cuál es el secreto de esa combinación de probabilidades? No tengo ni idea. De todas maneras, el formato de 'Pasapalabra' es inmortal. Silvia Jato lo hizo del copón. Constantino Romero, Jaime Cantizano… Y cuando yo no esté, reposará un poco y en un par de años volverá totalmente renovado. ¿Qué he aportado yo? No creo que sea mérito mío. Es más lo que me han dejado aportar. Yo dije: lo quiero hacer a mi manera. No voy a ser ni mejor ni peor. Solo yo. Y creo que el mérito estuvo en quien me dijo: 'Adelante'. El mérito es ese. Yo, al final, tengo déficit de atención: aprendo lo que me da la gana.