Carlos Lozano y Alyson Eckmann ya están fuera de GH Revolution, donde entraron para cuatro días y se han terminado quedando casi 15. A la salida de ambos hemos descubierto que los dos VIPS, lejos de sentirse más unidos por haber compartido una experiencia común, están más distanciados que nunca. Eso, al menos, fue lo que extrajimos de su pique en directo, que, sin duda, fue uno de los momentazos de la gala de anoche.
Jorge Javier tenía claro quien se había entregado de lleno al concurso y a la experiencia de este. Alyson ha vibrado durante cada segundo que permaneció encerrada, incluso, llegó a protagonizar alguna que otra escena tórrida. Habló de ella, de su edición del concurso, creó alianzas, tuvo roces… en definitiva, vivió. Mientras, en el lado opuesto de la balanza, Carlos ha preferido vivir el reality desde un punto de vista mucho más estratégico, como también lo hizo en GH VIP 5. Él considera que este era su trabajo, su cometido en la casa. Provocar situaciones, dar juego a su manera. Y es que, para la expareja de Mónica Hoyos a “GH no se va a descansar ni a estar de vacaciones. A GH se va a jugar”. Pero claro, parece que solo admite su forma de juego…
Alyson, que estaba cansada de que el de los hoyuelos criticase su paso por el programa de telerrealidad le recordó una cosa: “¡Yo gané y tú no!”. AY. Efectivamente, Eckmann, sin estrategias de ningún tipo, ganó la última edición del formato en su versión VIP, mientras que su contrincante dialéctico se quedó a las puertas, viendo cómo Laura Matamoros sostenía el maletín con el súper premio.
Parece que este recordatorio escoció a Carlos, que le saltó con esto: “Yo gané más que tú puesto que a mí me dieron un programa de televisión y a ti no”. Un ‘rebota, rebota que en tu cara explota’ en toda regla. “Yo he ido a esa casa con una misión que ni tú la vas a saber ni la vas a saber nunca”. ¡Por Dios qué intriga! ¿Qué está haciendo Lozano en realities cuando debería andar poniendo en marcha ‘Los Misterios de Carlos’?
La americana no podía más con el pique y sacaba a relucir la carta más poderosa de todas: la de la audiencia. “En un plató podrás hacer que la gente haga lo que tú quieres pero no en el salón de sus casas”. El arma más potente de todas, la de público soberano, ofreció a Eckmann una victoria por KO.