Chenoa cuenta por primera vez las malas formas con las que la abandonó David Bisbal

La artista comparte este desagradabilísimo episodio de su vida en su nuevo libro

Romeo y Julieta, Jack y Rose, Gómez y Morticia Addams, Chenoa y Bisbal. Nuestro Olimpo particular de las parejas famosas. La última nos hizo sufrir especialmente, y eso que sabíamos perfectamente que en la tabla cabían tanto Kate Winslet como Leo DiCaprio. Muchos sentimos nuestro primer desengaño amoroso a través de los ‘triunfitos’, que de estar “escondidos” acabaron expuestos en todas las portadas y programas de la televisión. Aquella ruptura, que vivimos como propia, se convierte en uno de los pasajes más dolorosos del libro que Chenoa acaba de publicar, ‘Defectos perfectos’, y que ya es todo un éxito de ventas.

Desvela la artista y jueza de ‘Tu cara me suena’ que su ruptura, más que una separación al uso, fue un abandono. Él acabó con la relación entre ambos de manera unilateral y sin avisar si quiera a la que entonces era su novia. Lo hizo, además, de una manera que parecía una trama de ‘Sexo en Nueva York’: se cambió de número teléfono sin avisar, para que ella no le pudiese contactar.

Pero antes de hacer la estrategia del número, contó en la tele que estaba soltero. “Alguien me llamó por teléfono. No soy capaz de recordar quién fue. 'Pon la tele'. Allí estaba David, en una rueda de prensa en Caracas, encantado de la vida, diciendo que no estaba con nadie. (…) No podía respirar. Su ropa estaba en el armario. Desde el sofá donde me sentaba podía ver sus cosas, que aún estaban por toda la casa. Aquello tenía que ser una broma de mal gusto, pero no: era el peor día de mi vida. Le llamé y una voz contestó que aquel número no correspondía a ningún usuario. Él no estaba con nadie y el teléfono no era de nadie. Volví a marcar. Nada”. Un episodio durísimo que arrojó a Chenoa al más profundo de los infiernos.

Según la artista, días antes él le había pedido tiempo, necesitaba pensar. No le dio demasiada importancia al episodio puesto que ya habían vivido un momento parecido. "Ya había pasado otra vez y él había vuelto al poco tiempo, arrepentido y con las cosas claras: él me quería".

Tras esto, ocurrió lo que todos vimos por televisión: Chenoa en la puerta de su casa, vistiendo una sudadera gris, con la cara enrojecida tras haber estado días y noches llorando y los ojos abrasados. Todos quisimos invitarla a casa a comer helado y ver ‘Pretty Woman’, pero fue una de sus amigas íntimas quien la ‘rescató’ y la “atiborró a valerianas y a vino”.

Por si no era suficiente el dolor que entonces sentía Corradini, la hermana de David, su excuñada, la llamó dejándole un encargo: meter en cajas de mudanza todas las pertenencias del almeriense. “¡Ah, por cierto… cuidado con los premios! ¡Sus putos premios! Recuerdo a mi madre mirando aquellas cajas que nosotras debíamos montar, toda aquella ropa que nosotras debíamos doblar y todos aquellos premios que debíamos tratar con cuidado”.

Pero Chenoa, como la mujer fuerte y orgullosa que es, salió de aquello reforzada. Aprendió a quererse más y lo más importante, el año pasado en el Reencuentro, demostró no guardarle ningún rencor. Eso sí que ha sido una verdadera Operación Triunfo.