Chema Prado, viudo de Marisa Paredes, acude a dar el último adiós a la actriz tras su repentino fallecimiento

Marisa Paredes solo tuvo una hija, María, fruto de su relación con el director de cine Antonio Isasi-Isasmendi; posteriormente unió su vida a la del fotógrafo Chema Prado

JC
José Confuso

Director digital de Lecturas

Chema Prado
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Con el rostro compungido, Chema Prado llegaba al tanatorio de San Isidro para dar el último adiós a la actriz Marisa Paredes. El fotógrafo, última pareja de la intérprete, había estado a su lado hasta el final. Tal y como ha explicado su entorno, Paredes comenzó a sentirse mal y fue trasladada al hospital de urgencia. Prado estuvo con ella antes del triste desenlace. Fue el segundo gran amor de su vida, la persona con la que compartió los últimos años de su vida.

“Soy la abuela más entregada y enamorada”. Marisa Paredes vivió la llegada de su nieta Thelma con toda la ilusión del mundo. La actriz, que ha fallecido este martes a los 78 años, solo tuvo una hija. María nacía fruto de la relación de la intérprete con el director de cine Antonio Isasi-Isasmendi. Fue una bendición, la persona a la que dedicó toda su vida y su lucha. Esta, además, decidió seguir los pasos de su madre en el mundo de la actuación.

Muy afectado, Prado ha querido no solo honrar la memoria de la que fue su mujer en estas últimas décadas, sino también aclarar qué le ha ocurrido. El fallecimiento de Marisa Paredes ha sido totalmente repentino. El pasado domingo, la actriz acudía al teatro a ver a su hija. Entonces no mostraba signo de debilidad ni de enfermedad. Estaba, como dice Chema Prado, como siempre.

Chema Prado se despide de Marisa Paredes

"Es una perdida tremenda. Ha sido muy repentino, esta madrugada". El fotógrafo Chema Prado hablaba a su llegada al tanatorio donde descansan los restos de Marisa Paredes. Compungido aunque bastante entero tras lo ocurrido, ha querido explicar cómo han sido sus últimas horas y qué le ha ocurrido a la intérprete. "Ella no se encontraba mal, tuvo un fallo cardíaco y eso es fulminante. El domingo estuvo viendo a su hija", explica. La actriz no daba muestras de sufrir ningún tipo de enfermedad.

Prado resaltaba la figura de Marisa Paredes como una leyenda del cine y una persona excepcional. La noticia ha dejado muy afectada al que era su pareja y también a la hija de la actriz. Prado era el primero en trasladarse hasta el tanatorio situado en el centro de la capital para acompañar a los restos mortales de la actriz. Se espera que a lo largo del día acudan numerosos amigos y compañeros de profesión que quieren rendirle homenaje y despedirse de ella.

María Isasi, la hija que decidió seguir sus pasos

Cuando Marisa Paredes le dijo a su madre que quería ser actriz, esta no quiso creerlo. Hija de portera y nieta de campesinos, no veía en la interpretación un camino factible. Pero vaya si lo tuvo. A los 6 años tenía clara su vocación y la persiguió hasta conseguirla. A los 13 se enroló en su primera compañía de teatro. Fue entonces cuando Fernando Fernán Gómez la descubrió. Fue su maestro, la persona que le enseñó todo sobre el oficio y el trampolín que necesitaba para brillar.

Paredes conoció entonces a Antonio Isasi-Isasmendi. Director de cine y una de las personas más respetadas de la profesión, trabajaron juntos en una sola película pero quedó para la posteridad. Empezaron una relación inmediatamente. Fruto de ella nació la que fue su única hija, María. La actriz no podía estar más feliz e ilusionada. No podía ni imaginar que, años después, terminaría compartiendo profesión y momentos juntas.

Marisa Paredes y su hija María Isasi
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La historia con Isasmendi se rompió a los seis años. Se separaron y comenzaron sus vidas unidas por su hija. Pero el amor volvió a llamar a la puerta de la actriz. El fotógrafo y exdirector de la Filmoteca Española, Chema Prado, fue su último gran amor. La persona con la que compartió vida y existencia. También lucha y trabajo. Fue su cómplice hasta el final.

El nacimiento de su nieta Thelma

“La llegada de mi nieta me dio la vida. Yo estaba en un momento malo y mi nieta me revivió. Es lo más grande. De repente, llega esa criatura pequeñita, con esa maravillosa curiosidad”, explicaba Marisa Paredes en la revista ‘Pronto’. El nacimiento de Thelma supuso un soplo de aire fresco para la actriz. La llegada de su nieta hizo que volviese a vivir, que viese el futuro con otros ojos. Desde entonces, no se separaron.

Fue el revulsivo que necesitaba. Marisa Paredes confesaba que no pasaba por su mejor momento cuando nació su nieta. Thelma, hija de su hija María, se convirtió en su ojito derecha. La llegada al mundo de la pequeña hizo que la actriz se cuestionase todo. Todos los avances, todo lo que s había conseguido en estos años, también todo lo que s había perdido. Decidió que iba a seguir luchando por ella.

Feliz como abuela, era habitual que pasase muchos instantes con su hija y su nieta. Thelma hizo que la actriz volviese a vivir. Fueron muchas las entrevistas en las que se sinceraba sobre los miedos que habían vuelto a florecer en ella al saber que su nieta iba a tener que pasar por la vida. El compromiso siempre estuvo en la existencia de Marisa Paredes. Fue una luchadora.