“De Omaíta me haces bastante más gracia que vestido de cazador de la sabana”. Lo dice David Moreno en Twitter tras presenciar el dantesco espectáculo de César Cadaval, de los Morancos, en una cacería en África, posando con a un inocente guepardo que yace muerto a sus pies, sometido como si el pobre hubiera podido tener alguna opción cuando le estaban apuntando con un arma de fuego.
La fotografía ha dado la vuelta a la Red y se ha convertido en uno de los temas más polémicos del día. Cadaval pasaba de ser el humorista preferido por muchos a protagonizar una desagradable fotografía en la que lo vemos sonriente, orgulloso por su “hazaña”. Todos los que valoramos la vida animal al igual que la humana, nos ha parecido un ejercicio de absoluta crueldad.
Resulta especialmente chocante porque César, junto a su hermano Jorge, siempre han contado con la simpatía del público, y pocos habrían esperado que el menor del dúo contara con los safaris de cacería entre sus hobbies favoritos. Nos lo imaginábamos cantando por bulerías y tocando las palmas, un clap clap que representa arte y tradición, pero esta faceta de cazador de animales salvajes no tiene ni una cosa ni la otra.
Las redes se han inundado de comentarios en contra del Moranco, siendo uno de los más enfadados el de nuestro bloguero Màxim Huerta, que, como ya sabéis, es un grandísimo amante de los animales. “Disfrutar matando y posar con la presa es deleznable. Me espanta”, ha escrito, mientras que Frank Cuesta ha opinado lo siguiente: “Aquí, otro personaje que seguramente salga en la tele diciendo que adopta perros...y yo me pregunto... ¿de que se ríe?”.
En el perfil oficial de Twitter de Los Morancos se ha dado la callada por respuesta, y no se ha hecho mención alguna al escándalo. No hubiera estado de más un “lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir”.