La celebración familiar que Jonathan Andic y su pareja, Paula Nata, se han visto obligados a cancelar tras la muerte del fundador de Mango

Cuando parecía que la investigación por la muerte de uno de los hombres más ricos de España, Isak Andic, había sido archivada; esta, tres meses después del trágico fallecimiento del creador de Mango, vuelve a abrirse. Sabiendo esto, no es ocasión para celebraciones, y mucho menos cuando todas las miradas están puestas en uno de los protagonistas de dicho evento, Jonathan Andic.

Jonathan, de 44 años, es el único hijo de Isak que forma parte del consejo de administración de la compañía, ocupando el cargo de vicepresidente y de director global de Mango Man. También él fue el último en ver con vida al empresario de origen turco, que se hizo de oro vendiendo las últimas tendencias de las pasarelas a precios asequibles. El sueño de Mango ha sido compartido por toda su familia, pero sus dos hijos mayores son los que más han estado presentes en la compañía, especialmente el primogénito, que estaba llamado a liderarla una vez su padre se hubiese retirado. 

La celebración de la boda, cancelada

El empresario lleva saliendo desde hace varios años con la influencer y experta en comunicación Paula Navarro, Paula Nata, con la que, tal y como apunta ¡Hola! se casó el pasado septiembre en una ceremonia de lo más íntima. Tan pequeño fue este ‘sí, quiero’; que todos convinieron que lo mejor era esperar a más adelante para poder hacer una celebración por todo lo alto. Mayo fue el mes escogido para ello. 

Cuando se tomó esta decisión, la muerte del progenitor de los Andic no se contemplaba y mucho menos que Jonathan estuviera siendo investigado como posible implicado en su muerte. Ante un panorama semejante, tal y como sostiene MujerHoy, Nata y su marido han convenido que lo mejor que pueden hacer es olvidarse, al menos de momento, de cualquier festejo. Sería imprudente, además de mostrar poco tacto. 

Isak Andic tenía tres hijos y, aunque los tres trabajan en el sector de la moda, era Jonathan el que parecía llamado a ser su heredero natural; aunque este, en ocasiones, tomara decisiones que no eran comprendidas. Como cuando se marchó a recorrer el mundo en su embarcación y esto suscitó la desconfianza de su progenitor, quien regresó a la compañía para volverse a poner al frente de la misma. Todos estos comportamientos parecían suscitar cierta intranquilidad en el entorno de los Andic, sin saber muy bien qué sería de la empresa el día de mañana. 

Afortunadamente, en los últimos años. Jonathan parecía mucho más confiado y centrado en sus labores al frente. En el terreno personal también se hallaba de lo más feliz junto a Paula, que es muy conocida en las redes sociales. Nata, cuenta con un enorme respaldo en Instagram, donde acumula más de 115.000 seguidores. Gracias a esta manera de manejar las redes sociales, la influencer abrió su propia agencia de comunicación, All About Management; un proyecto que unió a su incursión en el diseño de joyas, Mes Amies Atelier. 

¿Cómo murió Isak Andic?

Todas las miradas están puestas en el marido de Paula Nata, la última persona que vio con vida al millonario. Aquel fatídico sábado del mes de diciembre, Isak Andic pidió expresamente a su servicio de seguridad que no le acompañara a su cita con su hijo. Habían quedado para hacer una sencilla ruta de senderismo, cercana a la montaña de Montserrat. Es un camino seguro, por el que jamás ha pasado nada ni ha habido ningún accidente. Los dos necesitaban tener una conversación profunda y aclarar algunas diferencias que arrastraban desde hacía tiempo. Si llegaron o no llegaron a hablar de aquellos temas que necesitaban poner sobre la mesa, jamás lo sabremos. Lo que sí que sabemos es que, a media mañana, el 112 recibió una llamada alertando de lo sucedido. Pero, antes de marcar el número de emergencias, Jonathan había realizado otra llamada: a su madrastra, la novia de su padre. 

¿Qué pasó realmente en la cima de aquella montaña? ¿Qué ocurrió entre ellos? ¿Cómo se produjo el accidente? Un montón de incógnitas que quedan en el aire, y que la policía trata de dilucidar. 

Sumidos en un clima semejante, seguir adelante con la celebración de una boda habría sido un error absoluto. Ahora conviene mantener un perfil bajo y envolverse de un luto solemne. No obstante, la discreción siempre ha sido una de sus máximas, y la protección de su absoluta intimidad su gran objetivo. Seguir adelante con sus planes, como si nada hubiera ocurrido, provocaría el efecto que llevan evitando toda su vida: destacar. Ahora toca replegarse, esperar y aguardar a que se aclare todo lo referente a la investigación.